Refuge

5♥

La clase pasó rápido, y en un abrir y cerrar de ojos, el timbre sonó.

Su cuerpo tembló por instinto y miró como sus compañeros se apresuraban a salir mientras él seguía con sus útiles en la mesa.

ㅡ Mierda... ㅡ murmuró. Comenzó a guardar y de reojo vio cómo Jimin seguía sentado en su asiento, mirandolo con una sonrisa.

Al terminar, casi corrió a la salida, pero Park fue más rápido y tapó la entrada ㅡ ¿A dónde con tantas ansias, Jeon?

ㅡ Si no tuvieras novia, pensaría que sólo buscar llamar mi atención.

ㅡ ¿Qué mierda? ㅡ rió ㅡ Jeon, eres la presa más divertida que he tenido, a veces me tomas desprevenido. ㅡ negó ㅡ Tienes suerte de que mi chica me puso de buenas hoy, así que tomaré tu asqueroso comentario como una simple forma de defensa por tu parte.

ㅡ ¿Eso quiere decir que me dejaras por hoy?

ㅡ Quiere decir que tienes cinco segundos para comenzar a correr a partir de ahora.

ㅡ ¡¿Eh?!

ㅡ Uno.

ㅡ ¡Mierda! ㅡ esquivó a Jimin y a sus amigos, pero al salir, uno de ellos jaló su mochila y cayó de espaldas al suelo ㅡ ¡Dijo cinco!

ㅡ Te los dio él, no yo ㅡ pronunció con burla, mirándolo desde arriba.

Ni siquiera supo porqué, pero Jungkook buscó a Jimin con la mirada suplicante, como si le pidiera que le ordene a su amigo que respete lo que él mismo le dijo. Mas el rubio le devolvió una mirada indiferente, y dijo: ㅡ cuatro.

Como pudo, y viendo que el chico no soltaba su mochila, se zafó de ella y echó a correr hacia la salida. Pero otro de ellos corrió en esa dirección y supo que por allí no saldría.

Resbalandose, cambió de dirección escaleras arriba.
Se rió internamente, él era de esos que criticaban a la chica en peligro de las películas de terror, ¿¿por qué subes las escaleras?? ¡¡No hay escape por ahí!!
Pero él realmente no tenía escape por ningún lado.

Escuchó los pasos tras él y volteó a ver, Jimin estaba al pie de las escaleras y comenzaba a subir, seguido por los otros dos restantes. Más atrás, también se acercaba el otro.

Sintió pánico, pero por lo menos les llevaba ventaja, aunque los músculos de sus pies se quejaron por andar subiendo de dos en dos.

Ahora, ¿por qué subía, a dónde iría?
Entró al primer salón vacío que encontró y se escondió tras un pupitre.
Era inútil, lo sabía, ellos estaban arriba y él estaba acorralado. Buscarían en toda la planta alta y lo atraparían; si quisiera huir, lo verían.

Agitado, se acurrucó en su lugar y trató de calmarse, no llorar. Pensar que eso era pasajero, aguantar un poco más.
Los chicos se cansarían, se aburrirían de él. En algún momento, debían parar.

[💕]

Estos los estoy actualizando rápido porque ya los tenía. Sólo estoy reeditando. Cuando ya empiece a escribir lo que viene, intentaré que sean por lo menos uno por día.

Uh! Y tampoco me había dado cuanta de lo cortos que eran jajaja