♥16

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Jungkook entró a su casa, pretendiendo ir rápidamente hacia su habitación. Pero su padre tenía otros planes.

ㅡ Jungkook, ¿dónde estabas? ㅡ intervino, parándose frente a él.

Lo miró ㅡ Estaba en la escuela.

ㅡ ¿Todavía? ¿Haciendo qué? ㅡ se tardó en contestar, así que Kiwoo retiró su capucha. Jungkook se había quitado la campera para rodear su cuello con las mangas.

ㅡ Estaba con Taehyung. Puedes preguntarle si no me crees.

ㅡ ¿De verdad? ㅡ su mirada se suavizó ㅡ Ah, ¿haciendo qué?

ㅡ Hablábamos del traje, nada más.

ㅡ ¿Entonces no tienes que ir en la tarde?

ㅡ Uhm, no lo sé.
¿Tienes mi celular? Le preguntaré bien.

ㅡ Ah, hasta su número tienes ㅡ sonrió ㅡ ¿Ya son amigos? Es algo bueno que hagas más amigos, Jungkook ㅡ acarició su cabeza. ㅡ Mamá no está. Así que calentaré tu comida.

ㅡ No puedo comer ahora, yo-

ㅡ Deja de saltearte las comidas ㅡ cruzó sus brazos. ㅡ Y usa bien la ropa, por dios. ㅡ Jungkook se hizo para atrás, pero no pudo evitar que su padre le sacara la campera.

ㅡ No hagas eso. ㅡ cubrió su cuello con las manos.

ㅡ ¿Qué cosa es esa? ㅡ llevó sus manos a las muñecas de su hijo, apartandolas con fuerza ㅡ ¡¿Qué te pasó?!

ㅡ No te alteres, no es nada ㅡ pidió con miedo.
ㅡ Papá, no te preocupes.

ㅡ ¿Cómo no? ¿Quién hizo esto? Dime que no fuiste tú.

ㅡ ¿Crees que me ahorcaría? No seas loco.

ㅡ Yo no sé lo que harías.
Dime. No me digas que Taehyung-

ㅡ ¿Qué te pasa? Taehyung no me lastimaría.
No quiero que te preocupes, ya pasó.

ㅡ Ya pasó nada. Y si no me cuentas ahora, voy a preocuparme más.

Jungkook respiró con dificultad y se lanzó a abrazar a su padre ㅡ ¿Qué harás si te lo digo? ¿Harás qué todo mejore? ¿Lo volverás peor? ㅡ preguntó desesperado ㅡ Papá, yo no quiero que esto empeore, y ya no quiero darte más problemas.

Lo separó para verlo ㅡ Tus problemas son los míos, Jungkook.
Deja de esconderte, y dime ahora, quién nos está molestando.

방탄소년단

Jimin observaba desde el segundo piso cómo su madre discutía con un hombre en la salida.
Sí, su madre estaba defendiendolo, pero bien sabía que cuando ella entrara, no sería tan comprensiva.

Corrió de nuevo a su habitación, abriendo la ventana. Puso un pie afuera, y logró escuchar su nombre ser gritado con furia. Ni dos segundos le tomó salir por completo y bajar con la ayuda de los ladrillos sueltos a modo de decoración que había en su lujosa casa.

Tocó el suelo y corrió lejos de ahí.

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