UN SIMPLE VIAJE.

Capítulo XII: Desobediencia.

<Narra Trunks>

Hace dos dias que aterrizamos en Hondun, es un planeta que tiene la mitad del tamaño que la tierra; pero a pesar de eso cuenta con una gravedad de 30g, tiene dos soles de color violeta y una luna de color azul. Contrario a lo que se creería durante el dia la temperatura es baja y mientras que en la noche la temperatura suele subir considerablemente.

Su superfície es rocosa, no hay rastro de civilización a simple vista; mi padre dijo que los Hibokys, se pueden comparar con una colonia de hormiga y que por lo tanto, ellos construyeron en el interior de este planeta una amplia red de túneles.
Túneles, que porcierto tengo prohibidos explorar; papá fue muy claro el otro día cuando sugerí echar un vistazo, no me quiere cerca de ellos y al preguntarle el motivo, solo dijo "Porque yo lo ordenó."

Como si fuera... no se, una ley absoluta, tal vez?.

Admito que de pequeño al escucharlo decir eso, un escalofrío recorría mi cuerpo; el solo pensar en las consecuencias que implicaba desobedecerlo, me ponía la piel de gallina y sin mencionar que no quería defraudarlo.
Ahora, a mis casi 13 años esas palabras me dan más risa que miedo y se que es mi padre, tengo que obedecerlo...pero, por algun motivo no puedo evitar tomarme sus palabras como un desafío; en vez de lo que realmente son, una orden, una advertencia.

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Una hora despues de estar al pendiente, sintiendo el ki de mi padre y su ritmo constante, clara señal que duerme; decidí arriesgarme y me aventure fuera de la nave, con una velocidad constante llegué a una de las innumerables entradas de las cavernas e ingrese en su interior y para evitar perderme, cada cierta cantidad de metros arrojo tubitos luminiscentes.

Conforme más avanzo los túneles se sobreponen, unos con otros y todavía no vi nada que sea de mí total interés; despues de todo que tiene de emocionante ver unos cuantos huesos esparcidos, algunas chucherías, cuevas vacias incrustadas en la paredes, pasadizos derrumbados que no llevan a ninguna parte y uno que otro garabato pintado que no logró entender. Pero aun asi, me reuso a darme la vuelta e irme por donde vine.

Al doblar por décima octava vez a la derecha, encuentre lo más cercano a un paraíso en Hondun; llegué al "centro", el lugar donde se conectan todos los túneles. Una gran parte se encuentra cubierta por plantas extrañas que brillan en la oscuridad y justo en el medio hay una especie de manantial; siendo esta la primera vez que veo agua en este planeta y es tan cristalina que puedo ver el fondo.

Al terminar de analizar el líquido traslucido, con uno de los muchos experimentos que mamá me obligó a traer; compruebo que en definitiva el agua de este lugar no es dañina, de igual forma no tengo planeado beberla. Solo quiero sumergirme en ella, esta noche hace calor y el caminar por lo que parecen horas entre corredores de tierra, no ayuda; si bien podría esperar hasta llegar a la nave, prefiero un estanque medianamente grandes a una bañera.

Tal y como esperaba, el agua además de ser transparente, también es refrescante. Estoy por sumergirme nuevamente, cuando veo un objeto brilloso en el fondo; trato de alcanzarlo, pero no logró acercarme. Al final este manantial resulto ser más hondo de lo que pensé en un principio y cuando por fin consigo tomar el objeto en mis manos, fui envuelto por una intensa luz; que desapareció rapidamente, provocándome un hormigueo en el cuerpo.

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<Narra Vegeta>

Desperté sobre saltado no puede percibir el ki de Trunks, cuando reapareció nuevamente era fluctuante e inmediatamente me dirigí hacia esa dirección; en el corto trayecto fui maldiciendo, el condenado mocoso me desobedeció!!. Le dije claramente que se mantuviera alejado de esos estupidos posos, pero NO!, el muy sabandija siempre tiene que hacer de las suyas... y por esta vez, su madre no esta para salvarlo.

Seguí el rastro luminiscente que dejo Trunks y al juzgar por su cara cuando lo encontré en la mitad de un pasillo, puedo decir que él no tenía pensado encontrarme acá; trato de dar explicaciones absurdas, para justificar su presencia en los túneles. Pero solo vasto que levantara una mano para que él cesará su parloteo.

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-(avergonzado y mirando el piso.): ... Lo siento papá.

-(permitiendole el paso y apretando la mandibula.): Vete a la n a v e Trunks.

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La razón principal, por la cual le ORDENE a mi ilustre hijo que se mantuviera en la superfície, fue la presunta existencia de baratijas magicas utilizada en rituales sagrados por los Hibokys; los cuales eran de una raza mediocre, pero que contaban con un sin fin de trucos bajo las mangas. Muchos de esos artilugios fueron destruidos en la purga, otro fueron tomados como botín de guerra y una gran parte fue escondida por los guardianes Hibokyanos.

El rumor más conocido es el de un poderoso talismán llamado Haprav, que entre otras cosas permitía al individuo ver aquello que anhela; auque el precio a pagar por utilizarlo, era en muchos casos la muerte del individuo. Se decía que los Hibokys lo implementaban mayormente como metodo de tortura, ya que infligía un agonizante dolor... solo espero haber llegado a tiempo, para impedir la aparición de alguna fruslería de esas. 

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-(desde la distancia, viendo como el príncipe destruía las entradas a los túneles.): Quizas las palabras de papá me den más risa que miedo; pero definitivamente con una sola mirada, puede estremecerme por completo y estoy convencido que seguira siento asi, aunque tenga 30 años.

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**Hola como están?. Ojalá se que encuentren bien.
Les pido mil DISCULPAS, por la tardanza en actualizar; se me quemó el cableado electrónico de mi casa y estuve sin luz por varios días, hasta que pude remplazarlo.
Por suerte y gracias a dios, no paso a mayores; todo quedo en un susto terrible y mucho humo.
Pues, eso era todo y les pido disculpas nuevamente.

        Saludos.**