Capítulo XV: ¿Qué podría salir mal?.

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<Narra Trunks>

-(comprobando los controles.): Papá ya vamos aterrizar.

-(apartándolo por el cuello de su armadura.): Siéntate de una vez y ponete el cinturón.

-(haciendo puchero.): Pero papá, dijistes que yo podria aterrizar/despegar la nave.

-(tomándole el pelo.): No recuerdo haber dicho tal cosa.

-(sonriendo al estilo saiyajin y mostrándole una grabación.): Sabia de dirias eso.

-(riendo a carcajadas.): Cuando tú madre pregunte, ¿Porqué nos estrellamos?. Asegúrate de mostrarle esa grabación.

-(inflando los cachetes): Wow papá!!, solo toma asiento y disfruta del descenso.

-Hmf.

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Aterrizamos a una distancia prudente de las escorias de Janfra, como llamo papá a los alienígenas y encapsulamos la nave; no exageró al decir que todos, absolutamente TODOS! se quedaron como estatuas al vernos, fue algo vergonzoso e incómodo. Que solo empeoró al entrar a la "taberna", la cual resultó ser más grande y menos repulsiva de lo que pensaba.

Nos sentamos en el fondo, desde nuestra mesa teniamos una buena vista del lugar; sin duda los extraterrestres de color magenta con cabeza de pescado, que amablemente nos cedieron sus lugares saben elegir un puesto estratégico. Papá le pidió en un lenguaje no identificable, algo al mesero, poco tiempo despues este apareció, con una vasija con anguilas púrpuras y unos vasos, que contienen un líquido blancuzco.

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-(dejando de comer.): Que esperas para almorzar, una invitacion?.

-(sorprendido y haciendo caras.): Que!!, estas cosas serán nuestro almuerzo?

-(dando un gran mordisco.): ¿No dijiste que tenías hambre?.

-Si, pero me referia a comer C O M I D A!! y no estos... gusanos gigantes.

-(atragantándose con las anguilas.): Los skoulíkia, no son gusanos!

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Antes de que pueda seguir cuestionando la elección del manjar elegido por mi padre, más de 10 cíclopes de piel rugosa y de color ocre nos rodearon con sus lanzas, papá continuó comiendo sin inmutarse; mirando más detalladamente, me percató que los otros "clientes" del lugar se esfumaron, ya no estan. Solo quedamos nosotros y ellos, hasta los "empleados" de la cantina desaparecieron.

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-(tocando el hombro del peli negro.): Γεια σου μικρό, πώς τολμάς να πετάξεις τον πρίγκιπα της Janfra?

-(bebiendo un poco del brebaje blanco.): Βγάλτε τα βρώμικα χέρια σας.

-(tirando la mesa, con todo su contenido.): Αυτός δεν είναι τρόπος να μιλήσετε με έναν αυτοκρατορικό φύλακα. Θα έρθετε μαζί μας και θα πληρώσετε για την αφερεγγυότητά σας.

-(sonriendo y rompiéndole la mano a uno de los cíclopes.): Te dije, que me quitaras tus sucias manos de encima.

-(comenzando a esquivar y dar golpes por doquier.): ¡¿Papá, que rayos esta pasando?!

-(partiendo una lanza a la mitad): Es hora de hacer digestión.


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<Narra Vegeta>

Uno de los motivos por el cual insistí en hacer este viaje, fue para confesarle a Trunks mi pasado; se que eso es algo que a querido saber desde hace mucho tiempo, él tiene derecho a saber y planeaba decirle cuando comencé a entrenarlo, pero después sucedió la batalla contra el globo rosa mal inflado... Las complicaciones venían una tras otras, el tiempo paso y finalmente no pude hacerlo.

Ante los ojos del muchacho siempre fui una especie de héroe, según èl entreno para proteger a mi familia y la tierra; nunca comprendi su manía de idolatrarme, de colocarme en un pedestal, su admiración... su amor y al principió no me interesaba en lo más mínimo, con el tiempo lo fui aceptando y es por eso que me reuse a contarle.

A lo largo de mi vida me he ganado el odio de muchos y estoy seguro, que aun me ganare el odio de muchos más y esta bien, puedo vivir con eso; ¿Pero como podría soportar que mi propia sangre me desprecie?... Jamás le menti a Trunks, mi hijo siempre tuvo en claro, que nunca fui un santo y ahora gracias a su desobediencia, tiene más detalle de los que me hubiera gustado contarle. Sorprendentemente su actitud, su admiración y amor hacia mí no cambiaron; continua siendo el mismo bribón de siempre y en los ultimos meses, incluso hoy en la posta espacial demostrado que ya no es un niño.

Y por esa razón quería que mi hijo probara exquisiteces, como los skoulíkia; se suponía que sería nuestro "dia libre" después de todo, ¿Que podría salir mal en un simple almuerzo?... Quien demonios hubiera pensado que esos cabezas de sardinas, pertenecían a la nueva autoproclamada realeza de Janfra y que terminaríamos escapando de dicho planeta, como si fuéramos unos viles ladrones. Pero no antes de haber derrotado a la guardia imperial y destruir medio bar, por supuesto.

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-(sacudiendo su ropa e irónicamente hablando, mirando al príncipe.): No hay nada mejor para un día libre, que luchar con miles de soldados enfadados y destruir algo... No papá?

-(haciendo caso omiso e insertando las nuevas coordenadas.): Pongámonos en marcha, el planeta Nomel nos espera.

-(refunfuñando.): Iré a bañarme y luego comeré algo... algo que sea COMESTIBLE! y que no me maté, al probarlo.

-(frotándose la sien.): Ups!

UN SIMPLE VIAJE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora