Baby I'm Yours

[14: Stop the world I wanna get off with you]

Noviembre del 2012

Le muestro al guardia de seguridad el pase del backstage que tenía colgado en el cuello y me deja pasar. La música retumbaba por todo el Webster Hall mientras intentaba no perderme entre todas las personas del staff caminando de un lado a otro.

Hoy los chicos darían un concierto y Alex me había invitado a venir a verlos, así luego del concierto me llevaría a cenar, como nuestra primera cita. Debo decir que las cosas han ido bastante bien luego de lo que pasó la semana anterior, cuando confesamos nuestros sentimientos. Luego de eso nos habíamos visto un par de veces más, pero Alex sugirió llevarlo a algo un poco más formal, tener "una apropiada primera cita", como diría él.

Quería detener a alguna de las personas a mi alrededor para preguntar en dónde estaban los chicos, pero estaban tan concentrados en sus asuntos que de seguro no se habían dado cuenta de que estaba aquí. Hasta que vi una conocida cabellera negra que pasaba frente a mí.

-¡Nick! -exclamé y volteó a verme.

-¡Allie! Qué bueno que ya estés aquí, estábamos esperándote. -se acerca a saludarme con un abrazo.

-Perdón por demorar, es que el tráfico afuera es de locos. -explico y pasa su brazo alrededor de mis hombros para guiarme junto a él hacia donde estaban los demás.

-Oh, no te preocupes. Los teloneros están por terminar, así que aún hay tiempo para que puedas saludar a todos. -dice y subimos unos cuantos escalones hasta el backstage.

Debo admitir que estaba un poco nerviosa, pero en el buen sentido. Era la primera vez que iba a un concierto de los chicos, y si eso de por sí ya me tenía inquietantemente emocionada, la idea de que Turner me llevaría a cenar después, lo hacía aún más.

Llegamos y por suerte los chicos aún se encontraban conversando. Matt estaba sentado sobre un amplificador de sonido mientras jugaba con sus baquetas, frente a él estaba Jamie, quien posaba su brazo alrededor de Katie, y luego estaba Alex riendo con ellos, traía puesto unos jeans y un tank top que dejaba al descubierto sus brazos marcados.

Oh, bueno, hay que admitirlo, el hombre está muy en forma. Era casi imposible no desviar la vista.

-¡Adivinen quién llegó! -habla el pelinegro a mi lado y los cuatro voltean hacia nuestra dirección.

-¡Allie! -exclama con alegría la rubia.

Saludo primero a Katie con un efusivo abrazo y luego lo hago con los demás, hasta llegar con el último, que es Alex.

Lo saludo casi en un susurro. Como si en ese instante me hubiera convertido en una pequeña y suave versión de mí, odiaba y a la vez me gustaba ese efecto que Alex tenía en mí.

Rodeo mis brazos alrededor de su cuello y me atrae hacia él poniendo sus brazos en mi espalda baja, mientras siento sus labios dejar un beso en mi mejilla.

­­­Comenzamos a conversar, pero luego de un rato, los cuatro comenzaron a calentar un poco, pues en un par de minutos ya iban a entrar al escenario.

-¿Y cómo va todo? Oí que alguien tendrá una cita esta noche. -dice Katie codeándome divertidamente mientras vemos a los chicos prepararse, yo río.

-¿Sabes? Es un poco extraño todo esto. Si hace dos semanas me hubieras dicho que Alex y yo terminaríamos saliendo, me hubiera reído en tu cara por media hora. -comento. ­­

-¿Por qué? -cuestiona riendo.

-No lo sé, pensaba que simplemente llegaríamos a ser amigos, no que evolucionaría a algo más de manera tan repentina. -respondo encogiéndome de hombros.