A L L I E
-Vamos, chicos. Último piso y terminamos con esto. -animo mientras los demás me miran exhaustos.
Y con toda la razón lo estamos. Desde ayer en la tarde que estamos trabajando sin parar en este pastel que se entrega en un par de horas y ahora lo único que queremos es un descanso de todo esto.
-Terminemos con esta tortura. -dice Ed divertidamente extendiéndome sus manos para que lo levante de la silla en la que se encuentra, yo lo hago y juntos animamos a los demás chicos para poder terminar con el pastel- Ash, súbete a esa silla y nosotros te pasamos el pastel. -indica el moreno y la menor de nosotros asiente tomando una de las sillas.
Sinceramente no sé qué haría sin Ed. Él y Erin son mi mano derecha aquí. Fueron los primeros en trabajar aquí cuando mamá y yo abrimos la pastelería, es por eso que podemos confiar en ambos para lo que sea. Erin pasó de ser la cajera del lugar a ser prácticamente la administradora en cuanto se trata a los pedidos y el dinero, en cambio; Ed, es un genio en cuanto a la decoración y básicamente mi mejor chico en la cocina.
-Con cuidado de malograr la decoración, Ash, necesitamos que lo coloques sobre los demás pasteles. -digo mientras Ed y yo le alcanzamos el pastel.
-Ok, esto es peor que sostener un bebé recién nacido. -habla la castaña en cuanto ya tiene el pastel en sus manos, nerviosamente intenta centrarlo con los demás pasteles, pero comienza a dudar rápidamente- Voy a necesitar la ayuda de uno de ustedes, no quiero colocarlo mal.
-Bien, yo subo contigo. -respondo y me subo sobre la mesa para poder tener una mejor vista del pastel, que ya de por sí era bastante alto. Tomo el pastel junto con Ashley y tratamos de centrarlo lo mejor posible- A la cuenta de tres lo soltamos. Una, dos, tres...
El último de los pasteles quedó exactamente al centro como queríamos y todos aplauden y festejan de que por fin podemos descansar. Bajo de la mesa riendo y Ed choca sus manos con las mías, pero resulta que estaban llenas de crema de mantequilla.
-¡Eres un maldito! -exclamo aún riendo mientras embarro en su cara con lo que está en mis manos.
-Allie, alguien quiere hablar contigo ahora. -indica Erin entrando a la cocina, interrumpiendo nuestra guerra de crema.
-Oh, ok, dile que en un segundo estoy ahí. -respondo y ella asiente- Chicos, tomemos un descanso. Pueden ir a almorzar si desean, al volver le daremos los últimos detalles para luego entregarlo, ¿si?
Todos están de acuerdo, así que me tomo un papel para limpiarme la crema de las manos y el rostro mientras camino hasta el mostrador de la pastelería. Solamente espero que no sea un pedido grande, porque después de lo que acabamos de hacer, estoy segura de que ni los chicos ni yo tenemos las energías para uno más.
Pero en cuanto veo quién es la persona detrás del mostrador sé que es más que obvio que no desea ningún pedido grande ni nada por el estilo. Y, por un demonio, cómo quisiera que fuera así, porque prefiero mil veces desvelarme haciendo otro maldito pastel a tener que afrontar lo que está por pasar ahora.
-¿Alex? ¿Qué haces aquí? -cuestiono tratando de hacerme la tonta, pero es evidente que sé el porqué está aquí.
No nos hemos vuelto a ver desde el día de la entrevista, que fue hace tres días, y estaba esperando a que el asunto quedara así y pretender que nunca nos volvimos a encontrar. Pero, vamos, le confesé que tiene un hijo, claramente no había manera de dejar el tema ahí.
-¿Estás ocupada? Es que necesito hablar contigo urgentemente. -responde notablemente un poco incómodo.
-No -dudo en si decir lo siguiente, pero lo hago-. Pasa y sígueme. -indico señalando la entrada a la cocina y él asiente.
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Baby I'm Yours
FanfictionCuando pensaron que el destino no podía hacer de las suyas otra vez, las vidas de Alex y Allie vuelven a toparse una vez más, haciendo que cosas del pasado salgan a la luz... Y tal vez sus sentimientos también.