Cuarto suspiro (Parte 2)

319 66 33
                                    

Cuarto suspiro (parte 2):

Debería estar prohibido pronunciar el apellido Nicols cerca de Margaret, pues despierta en ella recuerdos de un pasado injusto lleno de sombras y terribles recuerdos. Si ya solo mencionarlo la enloquece, escuchar que su hermanita sale con uno de los tres hermanos pertenecientes a esa familia la debe estar matando. Tarda unos pocos segundos en reaccionar y luego...explota.

Se levanta de golpe, sorprendiendo a Jacob y a Opal. Ume, Ivy y yo no nos inmutamos ante una reacción tan esperada. Observo el color pálido de Maggie comienza a transformarse en un rojo muy carmesí. Su ceño se frunce y ve a su hermana menor con desaprobación. Esto terminará mal.

—Aléjate de él —suelta, haciendo que Opal la mire con horror —. ¡Aléjate de esa familia, Opal Wallace! Por tu bien, ¡aléjate de ellos!

—Margaret, yo sé que tú los odias pero...

—¡Pero nada! No tienes ni idea de lo que ellos son capaces de hacer ¡Son crueles! ¡No quiero a mi hermana menor con uno de esos chicos!

—¡Tú ni siquiera conoces a Noah! —no me esperaba ver a Opal enfrentarla, pero ella se pone de pie y defiende a su novio frente a su hermana —. Solo lo juzgas por ser de la familia que es ¡Noah no es como el resto de los Nicols! ¡No es un patán como sus hermanos!

—¿Tú que sabes, Opal? Esos chicos se ven lindos por fuera, pero por dentro son monstruos.

—¿Y tú que vas a saber, Margaret? Llevas años ingresada aquí, ¿qué puedes saber tú de eso?

Esa pregunta estuvo muy equivocada, pero por supuesto que Opal no lo sabe. Ella no conoce todo lo que Maggie vivió con esa familia, todo lo que ha llorado y todo lo que se ha culpado cuando las acciones de esos chicos no fueron su culpa. Yo lo sé porque me lo ha contado, Ume lo sabe porque la ha consolado, y por supuesto que Ivy lo sabe. La miro a ella, esperando que detenga a sus hermanas, que intervenga.

Ivy solo suspira. Eso quiere decir que Opal aún no ha dicho todo, queda más.

—¿Cómo pudiste dejar que se acercara a esa familia? —le pregunta Margaret a Ivy, ahora depositando su ira sobre ella —. ¡¿Cómo lo permitiste después de saber lo que me hicieron Christian y Thomas?!

—No siempre puedo salvar a mis hermanas, Margaret.

Su respuesta me pesa incluso a mí, pero claramente le afecta más a Maggie. Ivy no solo la salvó de la ventana ese día, sino que la ha salvado incontables veces. La salvó de su anorexia, la salvó de su madre, pero no pudo salvarla de Christian y Thomas Nicols. No tengo que adivinar para saber que eso les duele a ambas.

—En todo caso, no tengo porque salvar a Opal de Noah —habla ella, tras suspirar —. Tampoco creí al principio que un Nicols podría ser bueno, pero él no se parece en nada a sus hermanos mayores. Christian y Thomas se fueron de Detroit hace años, Noah era un niño como Opal y creció sin la influencia de esos dos intentos de personas con los que comparte sangre. Ese chico es bueno y ama a nuestra hermana.

—¡No le creo! —grita mi margarita —. ¡No le creo a ningún Nicols!

—Maggie, creo que deberías escuchar —sugiere Ume, quien intenta acercársele, pero ella la empuja. Jacob no tarda en tomar a Ume y mira a mi amiga con impresión.

Impresión y algo más pero, aunque soy bueno leyendo a la gente, no estoy lo suficientemente concentrado en Jacob para saber que es ese "algo más".

—Margaret, ¿qué te sucede? —le pregunta él, con mucha delicadeza en su voz.

—¡Me sucede que mi hermana no puede estar con uno de esos monstruos! ¡No lo quiero! ¡No se lo permito! ¡Ivy, aléjala de él!

—No puedo —responde Ivy.

Cuatro veces hasta luego || P.E 0.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora