"Espada Inquebrantable" The King: Eternal Monarch

CAPÍTULO 29

Jo Yeong estaba teniendo un plácido sueño cuando la luz de la mañana lo despertó.

Abrió sus ojos y comprobó que ya era de día. De repente, sintió una suave respiración en su oído y un fuerte brazo apretando su cintura. Se quedó allí congelado con el corazón acelerado, volvió a cerrar sus ojos sin mover un músculo.

Lee Gon aún estaba profundamente dormido detrás de él y los dos aún estaban totalmente desnudos.

Las imágenes de todo lo que había sucedido la noche anterior desfilaron sin control por la mente de Jo Yeong.

¡Oh Dios!

Jo Yeong se tapó la cara con las sábanas cuando no pudo soportar el calor que se le estaba subiendo al rostro y a las orejas.

¡Lo toqué! ¡Él me tocó!

¡Lo besé! ¡Él me besó!

Yo le ... ¡Ay! ¡Dios mio!

Él también me ... ¡Ahh! ¡Basta, Yeong!

"¿Qué te pasa? Es muy temprano"

Jo Yeong salió de su trance cuando escuchó la adormilada voz de Lee Gon en su oído.

"Disculpa, no quise despertarte"

Jo Yeong le respondió pero aún seguía con la cara oculta bajo las sábanas, en cambio, Lee Gon aún no tenía fuerzas para abrir los ojos todavía.

"Mmn... Vuelve a dormir"

Lee Gon apretó un poco más su abrazo y se arrimó para quedar totalmente pegado a la espalda de Jo Yeong.

Jo Yeong no pudo hacer nada más, solo quedarse en esa posición. No tenía sueño. Estaba pensado esperar a que Lee Gon se volviera a dormir para levantarse.

Así estuvo por unos momentos cuando escuchó que la respiración de Lee Gon se volvió más lenta y profunda.

¡Ya se durmió!

¡Tengo que salir de aquí! Necesito aire.

Cuando Jo Yeong empezó a moverse para salir de la cama, de repente sintió algo duro pegado a su trasero.

¡¡Joder!!

Jo Yeong volteó su cabeza para mirar a Lee Gon. Éste seguía profundamente dormido, su despeinado cabello casi le cubría los ojos, sus mejillas, y sus labios estaban muy rosados y su cara tenía una expresión de estar teniendo un buen sueño.

¡Es tan guapo!

Jo Yeong se moría de ganas de besar esos carnosos labios y de acariciar ese hermoso rostro.

Sabía que estaba perdido.

Si antes sentía un inmenso amor por Lee Gon por solo observalo y permanecer cerca de él como su amigo, ahora, que la relación entre ellos había dado este gran salto y habían hecho el amor, Jo Yeong supo con total certeza que jamás iba a dejar de amar a Lee Gon en toda su vida.

Lo amaba infinitamente.

Jamás había podido imaginar que llegarían a esto, que Lee Gon le diera esta gran oportunidad de estar con él era irreal.

Jamás iba a olvidar esta noche y todo lo que hicieron. No sabía que le depararía el futuro pero estaba más que feliz por lo que había pasado entre los dos.

En ese momento, el dormido Lee Gon se movió un poco y pegó su pene aún más en el trasero de Jo Yeong, quién es en ese momento todo lo que podía pensar era en que algún día Lee Gon lo penetrara de verdad.