𝑴𝒂𝒎𝒂, 𝑰'𝒎 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒊𝒎𝒊𝒏𝒂𝒍.

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Diana, Dana según su nuevo DNI, llegó a su nuevo apartamento después de un largo pero tranquilo viaje en avión y comenzó a pensar en todo lo que tenía que hacer mientras lo iba viendo. 

-- A ver, tengo que comprarme ropa, comida, un coche... - Suspiró haciéndose una lista mental. 

Abrió la nevera. No había nada.

-- Comida sobre todo.

A pesar de estar cansada agarró su móvil y salió a comprar algo de comida.

Dana's point of view

Mientras iba por la calle entré a mi cuenta bancaria desde el móvil, tenía 1.200.000 €, sin duda podría sobrevivir unas semanitas.
No iba a tener problemas con que mis padres me bloquearan la tarjeta, ya que en el avión me encargué de pasar todo el dinero de mi cuenta, la que controlaban mis padres, a la nueva e irrastraeble.

Cuando llegué a un supermercado hice la compra para toda la semana. Tuve una sensación extraña... Como si hubiera crecido de repente.

Miré la hora, 16:37.
Como era temprano decidí ir a casa a dejar la comida y luego ir de tiendas para comprarme ropa.
Ir a pie era un asco pero hasta que no me comprara un coche era lo que me tocaba, al menos vivía en el centro y lo tenía todo relativamente cerca.

Al final de una tarde de compras llegué a mi casa y lo acomodé todo en el armario.

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Habían pasado tres días desde que llegué. No me había ocurrido nada interesante, pero al menos ya estaba totalmente instalada y con todo lo necesario para empezar una nueva vida. 

Ese día decidí que ya iba siendo hora de comprarme un coche. No tenía muy claro cuál pero una vez en el concesionario mirando los modelos me decanté por un 9F.

Fui emocionada con mi coche nuevo hacia el taller. Conducí feliz por las calles pensando en el full tunuing que le haría, en el color que le pondría, etc. 

Al llegar había un par de personas, por lo que tuve que esperarme unos minutos.
Cuando llegó mi turno me atendió un mecánico con el mono rojo y el pelo negro.

-- Buenas. - Me dijo.

-- Hola, quiero hacerle un full tuning a mi coche. - Le dije al bajar y cerrar la puerta de este.

-- Vaya cochazo. ¿Es tuyo? - Me preguntó y asentí. -- Joder, cuantos años tienes? ¿15?

-- Casi, 18. - ¿Se estaba quedando conmigo?

-- Vaya juguetes os regalan ahora a los críos. - Dijo limpiándose las manos con un trapo.

-- ¿Perdón? - Dije levantando una ceja.

-- Me vas a decir que con 18 años te has comprado un coche de 150.000€?- Preguntó sorprendido.

-- Pues sí. - Le contesté, aún que fuese un poco mentira, ya que técnicamente el dinero era de la paga de mis padres.