𝑴𝒂𝒎𝒂, 𝑰'𝒎 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒊𝒎𝒊𝒏𝒂𝒍.

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Diana's point of view

Dos días hacía que no hablaba con Armando.
Me hacía la fuerte cuando alguien me preguntaba sobre el tema, pero por dentro estaba destrozada.

La única persona con la que hablé verdaderamente de lo que sentía fue con Yun.
No sé qué tiene este chico, pero me sacaba toda la verdad y me pillaba a la primera mentira que dijese.
Se había convertido sin duda en mi mejor amigo

Después de trabajar en el taller pasábamos las tardes juntos haciendo cualquier cosa.
Cualquier cosa menos algo que tuviera que ver con la mafia, Armando me lo dejó muy claro y no me veía con fuerzas de volver a discutir sobre el tema.
Así que evitábamos ir a la sede y ya.

Esa tarde estábamos en la terraza de su casa, pasando el rato.
Yun estaba sentado apoyando la espalda en la pared y con las piernas abiertas y yo me encontraba entre ellas sentada con las piernas cruzadas.

-- ... Y ahola no pala de llamalme como si yo quisiela algo con ella. Esa putilla no entiende que solo fue una noche. - Terminó de contarme una de sus historias con mujeres.

-- Yun es que las dejas a todas con ganas de más.

-- Lo sé, no puedo palal de sel tan bueno en todo lo que hago. - Suspiró.

Nos reímos y seguimos así un rato más.

Cayó el anochecer y nosotros seguíamos como antes, solo había cambiado que ahora me encontraba apoyada a su pecho mirando las estrellas y con uno de sus brazos rodeando mi vientre.

-- Debelíamos cenal algo. - Soltó rompiendo el silencio.

-- Pf, yo no tengo nada de hambre.

-- Me pleocupa que nunca tengas hamble.

-- No te preocupes Yun, siempre he sido así.

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Me tiré en el sofá y encendí la televisión. Al cabo de un rato escuché que llamaban a mi puerta. Pensé que sería algún vecino así que fui a abrir sin mirar ni siquiera por la mirilla.

-- ¿Hola? - Pregunté al ver dos tipos corpulentos vestidos de traje y que me sacaban cuatro cabezas.

-- Diana Bradley, nos envía tu padre. Puedes resistirse todo lo que quieras pero en una hora vamos a coger un avión para ir a Barcelona. Puedes empezar a hacer tus maletas. - Me dijo uno de ellos.

Al escuchar eso quise cerrar la puerta pero puso el pie y me fue imposible.
Al ver que no podía hacer nada lo primero que se me pasó por la cabeza fue correr a esconderme.

Sabía que no serviría de mucho, pero me dio tiempo a enviar un mensaje.

No tardaron en atraparme.

"Han venido a por mí, ayuda".

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Armandos point of view

-- ¡Mielda Almando!

Escuché que alguien dio un portazo en mi casa. Por el acento y por que era de las pocas personas que tenía llave de mi casa deduci rápidamente que era Yun.

-- ¡Almando es Dana! - Gritó sobresaltado. Yo estaba sentado en el sofá y casi se me tiró encima a enseñarme la pantalla de su móvil.