NOTA ACLARATORIA: Los personajes de Frozen no me pertenecen, solo esta historia publicada originalmente en FanFiction. net el 04/10/2014.
Esta historia es un pasado alterno al presentado en mi otro fic "Más allá del reino" (capítulo 2 y 4), pueden tomarse la libertad de leerlo antes para entender el contexto, o simplemente empezar desde aquí la historia.
Espero que les guste esta historia, agradezco de antemano que se tomen el tiempo de leerla, seguirla, votar por ella y comentarla.
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Arendelle era una tierra hermosa con verdes montañas y mares tranquilos, la gente de aquel reino era feliz ya que vivían en paz gracias al rey Adgarr y la reina Iduna, todo era felicidad, incluso para sus pequeñas hijas, las cuales salían una vez a la semana al puerto junto a su nana Gerda.
Esta costumbre la tenían de tiempo las hermanas, pero a los reyes les pareció curioso que ahora sus hijas fueran tan seguido a aquel lugar y sobretodo supliquen a Gerda que las deje solas por unas horas, prometiéndoles que volverían a la hora pactada. Lo seguro era que ocultaban algo, pero sea lo que fuese, ellas regresaban muy contentas, y eso les tranquilizaba.
Hablando de las pequeñas niñas, la princesa Elsa era la mayor con 8 años, y su hermana Anna tenía 5, ambas jugaban muy contentas bajo un árbol mientras esperaban a sus nuevos amigos.
- Pss, Elsa, crees que sea bueno decirle a Kristoforo que somos las princesas de Arendelle – comentó la pequeña niña mientras hacía muecas en su pequeño rostro.
- Creo que aún no es momento Anna, pero descuida, pronto se lo contaremos.
- Espero que no tarde más ¡en serio quiero jugar un montón hoy! Y que nos cuente sobre su nueva familia – comentó la niña mientras se caía sentada sobre la sombra del gran árbol.
- Hablando de él, ya llegó.
La pequeña princesa de cabellos anaranjados se levantó rápidamente mientras volteaba a ver a su amigo que acababa de llegar junto a su pequeño reno, este último llevaba un pequeño trineo.
- Hola, disculpen la tardanza, pero tenía que vender algunos cubos de hielo.
- ¡Hola Kristoforo! – comentó la pequeña Anna mientras inflaba un poco los cachetes por su tardanza.
- Me llamo Kristoff – comentó el niño mientras fruncía el ceño.
- Pues te seguiré diciendo Kristoforo...
- Anna compórtate, ya escuchaste que a Kristoff no le gusta que le digas así – intervino Elsa cuando miró la incomodidad de su amigo.
- Pues hay una condición para que ya no lo llame así.
- ¿Cuál es? – comentó curioso el niño rubio.
- ¡Jugar! – en ese momento Anna coge a su hermana y al niño rubio de 8 años de la mano mientras empiezan a correr seguidos de Sven, definitivamente hoy tendrían mucha diversión.
Como todo niño, los tres amigos jugaron un montón en la playa, armando castillos de arena, salpicándose entre ellos las cálidas aguas del mar en pleno verano, corriendo y buscando "tesoros", realmente la pasaban bien.
- Y Kristoff, cuéntanos más sobre tu familia, solo nos dijiste que te han adoptado – comentó Anna curiosa y con una total emoción que al niño de cabellos rubios le sorprendía - ¿Cómo se conocieron?
- Bueno... pasó una noche en donde volvía con Sven a la cabaña de mis padres, y vi que el rey y la reina iban apresurados en sus caballos y uno de ellos botaba escarcha, me sorprendí bastante y los seguí con Sven.
- ¡¿Escarcha en verano?! ¡Wow, eso debe ser magia igual que en los cuentos! – comentó la pequeña princesa anaranjada mientras sonreía emocionada por lo que contaba su amigo – Aunque... Elsa no crees que es raro lo que cuenta Kristoff... a decir verdad pa...
- ¡Anna! – comentó Elsa algo nerviosa haciendo que la pequeña se percatara que estaba a punto de revelar su secreto de que son "princesas".
- ¿Pa? – el pequeño niño rubio miró confundido por lo que iba a decir Anna, la cual empezó a coger parte de la colita de su cabello donde se notaba un mechón blanco, Kristoff sintió curiosidad por lo que veía ya que no recordaba que Anna llevara aquel color en su pelo cuando la conoció - ¿Anna, y ese mechón?
- ¿Uh? ¿Este mechón? Bueno siempre lo tuve que yo recuerde.
- Que raro, yo podría jurar que no, ya que...
- En realidad es mi culpa Kristoff – intervino la rubia platinada inmediatamente, se sentía nerviosa mirando a Kristoff y por las preguntas que surgieron – Después te lo contaré – comentó en un susurro sin que su hermana la escuchara – Anna es tiempo de irnos, mamá y papá deben estar esperándonos.
- ¿Elsa? – su hermana mayor cogió la mano de la pequeña, mientras se despedía alzando la mano a su amigo, aunque se veía desconcertada por lo que acababa de ocurrir, del mismo modo Kristoff no dejó de mirar a las hermanas y se quedó pensativo por lo que le dijo Elsa, el pequeño niño solo decidió irse del lugar junto a su amigo Sven. Entendía que no eran malas niñas, pero en ese momento también supo que tenían secretos que no deseaban que sean descubiertos. Quizás algún día sabría la verdad, y sobretodo entendería su comportamiento tan misterioso.
Mientras tanto en la noche dentro del castillo de Arendelle, Elsa había terminado de cambiarse a su pijama mientras observaba un espacio vacío en su habitación donde antes se encontraba la cama de su hermana, solo suspiró la pequeña niña mientras volteaba la mirada a la gran ventana que tenía.
- Mi niña ¿Aún despierta? – en ese instante apareció una figura muy maternal y querida para la niña, era su madre, la reina Iduna.
- Mami, recién iba a acostarme.
- Oh entiendo, aunque tu rostro luce pensativo, pensé que ibas a regresar feliz de tu paseo con tu hermana.
- Fue un día muy divertido mamá, aunque por poco Anna se entera de que tengo poderes...
- Se que es difícil ocultarle aquella verdad a tu hermana, Elsa. Pero es lo único que podemos hacer por ustedes, ambas deben vivir su vida normal.
- Pero mami, yo lastimé a Anna, si ella se entera tal vez se enoje conmigo, además tengo miedo que mis poderes vuelvan a salirse de control.
- Mi pequeña, tranquilízate – la reina abrazó a su hija entendiendo los temores que tenía, el ambiente de aquella habitación que minutos atrás era frió volvía a su normalidad por aquel gesto tan caluroso para la pequeña – sabemos tu padre y yo que aprenderás a controlarlos, mientras tanto mantengamos como secreto tus poderes de la gente que te rodea, y sobre todo de Anna.
- Lo sé mami, lo sé... pero mamá... crees que algún día se lo comente a ella... o a alguien más... – comentó algo nerviosa la niña lo cual la reina se sorprendió un poco por la actitud de su hija.
- Estoy segura que sí, si crees que has encontrado a alguien en quien realmente puedes confiar tu secreto, y sobretodo que nunca te podrá lastimar... creo que no sería problema. Pero debes ser prudente mi pequeña, en este mundo hay mucha gente que querrá sacar ventaja del hermoso poder que tienes – Iduna beso en la frente a su pequeña mientras la ayudaba a recostarse. Elsa poco a poco fue conciliando el sueño mientras era vigilada por su amada madre.
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Mi Primer Amigo
FanfictionHistoria alterna del pasado del fic "Más allá del reino". ¿Qué hubiera ocurrido si los reyes hubieran tomado otra decisión en cuánto a los poderes de Elsa? Dejando que siga viviendo con normalidad junto a su hermana Anna y su amigo Kristoff. Los tre...