25. Finally Pace

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Angelo (Death Mask) di' Lota Cancri
Shura Al Giedi
Afrodita Alrisha
Shaka Heze
Mu Arietis
Saga/Kanon Polux
Camus Labelle
Milo Gliese
Airoia Chertan
Aioros Rukbat
Dohko He
Shion Teegarden
Aldebaran Alcyone
Kiki Botein

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Como era de esperarse, se quedaron solos un par de minutos más, en los que ni siquiera se vieron de reojo, no sabían cómo actuar en esa situación, por un lado estaba la preocupación o al menos el intento de parecer preocupados con respecto a la posible desaparición de Chertan, y por otro lado estaba la iniciativa de hablar de un tema trivial, Alrisha más de una vez lo intento sin embargo siempre regresaba a su seriedad dándose cuenta que aquel par de muchachos no tenían intenciones de hablar con él.

— ¿De dónde eres? — La voz de Ángelo lo saco de sus pensamientos — tu apellido me suena a Suiza o Rusia — soltó una pequeña risilla al escuchar las suposiciones del albino.

—Soy de Suecia — respondió — ¿y tú? Apuesto lo que sea a que eres italiano.

—Estas en lo correcto — le miró, aquellos ojos rojos tenían un destello que a simple vista, se podría decir que por primera vez en largos meses estaba siendo sincero consigo mismo y con lo que sentía al tener a alguien en su compañía. 

Ambas miradas se posaron en Al Giedi quien estaba atento a la conversación pero se sentía sin ganas de hacer o decir algo, por lo menos ya sabía de donde eran esos dos, sin embargo sus ánimos eran casi nulos, quería irse de ahí, encontrar la paz que tanto deseaba, agradecerle a Arietis, a Alcyone y a He por la poca pero significativa ayuda y despues volver a España, quizá, ir a donde sus padres solo para ver cómo estaban y volverse en sus pasos a encontrar algo que hacer por ahí, quizá en la biblioteca o en algún otro lugar.

— ¿y tú? — Escucho la voz del sueco — ¿de dónde eres? 

No respondió, simplemente le miró para volver a bajar la mirada, no estaba seguro de responder a ello o simplemente ignorar a esos dos y dejarlos que hablaran entre ellos, sin embargo, su mente le decía que quizá, si hablaba un poco, ese poco también le ayudaría, soltó un suspiro largo y pesado, le haría caso a su conciencia e intentaría interactuar un poco más.

—España — respondió

—Eso es genial, España es magnífica — habló Alrisha

Les regaló una tenue sonrisa, su corazón se sentía un poco más aliviado, conocer a ese par y darse cuenta que en aquellos ojos también albergaba la desgracia le hizo comprender que si quería, podía tirar todo ello muy lejos y seguir su camino, olvidarse de Heze y de todo lo que pasó despues de su cínico adiós, iban a comenzar con otra pregunta cuando la puerta fue abierta por el mayor de los Pólux, los cuatro se miraron y empalidecieron, eso solo significaba que alguien más estaba perdido y que los primeros en ser interrogados eran ese trio, aunque no tuvieran nada que ver, Saga llegó buscando al oficial Botein pero por obvias razones no lo encontró, desvió la mirada y salió de la oficina igual con la misma expresión con la que había entrado.

—Algo está pasando — habló di' Lota Cancri

—Lo que quiera que esté pasando, no es nuestro asunto — opinó Al Giedi.

Alrisha solo le miro y no dijo nada, la puerta se volvió a abrir y dejó ver a Alcyone acompañado de He, se volvieron a sentar en sus respectivos asientos, revisaron un par de papeles y sus miradas se dirigieron a los tres muchachos, Alcyone les indico a di' Lota Cancri y Alrisha que podían irse ya que no estaban involucrados.

—Al Giedi — lo llamó He — lamentó no haber podido ayudarte.

—Descuida — dijo — quizá ayudaste mucho más de lo que crees, aun así, agradezco mucho el haber podido conocerlos a ambos.

Dio la vuelta y salió de la oficina rumbo a su casa, las calles parecían ser diferentes, parecía que el sol a su cenit era cálido, quizá no recibió la salvación o la paz que estaba esperando, sin embargo encontró lo que necesitaba, ya no era aquel chico que había llegado un par de meses atrás, ya no era aquel a quien Heze le había roto el corazón, ahora si sentía diferente. 

Después de salir Afrodita y Ángelo decidieron ir a comer algo y posiblemente a seguir platicando de algo más para despues volverse a su casa, volver a su patria y empezar de nuevo, así, sin problemas, sin desgracias, sin tragedias, sin nada que los detuviese o hiciera sentir mal, nunca imaginaron que aquella visita inesperada a la estación de policía les diera el valor que necesitaban para decidir volver a donde todo comenzó para volver a comenzar.

En la estación de policía estaba el mayor del Pólux quien despues de enterarse que al menos uno de sus amigos estaba buscando a otro de ellos, le preocupo demasiado y cuando intento llamar a Rukbat, el teléfono del castaño estaba apagado, entonces corrió hasta la estación con la intención de alertar al oficial encargado del caso y al no encontrarlo, lo buscó por todas partes encontrándolo y diciéndole todo, Botein solo le miró y le sonrió.

—Saga Pólux — su voz le hizo mirarlo

—Oficial Botein — le respondió.

 —Hay que ponerle fin a este asunto — dijo y lo condujo al único lugar que conocía como la palma de su mano — quizá le gustaría recordar un tercio de historias juntas con un tercio de tragedias, despues de todo, estuve observando cada una de ellas.

La puerta de aquel recinto se cerró y Botein se alejó con una sonrisa de satisfacción, se encontró un par de calles despues con Teegarden y Arietis, los tres regresaron a al estación de policía a poner como caso cerrado aquel donde tenía los nombres de aquellas personas que habían desaparecido, agregando al final: Saga Pólux.

🦀🌹🐐

criaturas bellas hechas por los dioses, los siguientes tres capítulos van a ser el final de esta historia desde la vista de cada uno de nuestros amados protagonistas.

Dan R                                       


Tres Historias, Tres TragediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora