22. Salvezza

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Angelo (Death Mask) di' Lota Cancri
Shura Al Giedi
Afrodita Alrisha
Shaka Heze
Mu Arietis
Saga/Kanon Polux
Camus Labelle
Milo Gliese
Airoia Chertan
Aioros Rukbat
Dohko He
Shion Teegarden
Aldebaran Alcyone

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Y quizá mi salvación estaba muy pronta, mucho más de lo que puedo imaginar, y eso me tranquiliza, Teegarden estaba ahí junto a Arietis y me han llamado, me pregunto para que, solo pienso en que es mejor irme, salir de este lugar, regresar a donde todo comenzó solo para deshacer todo y comenzar de nuevo, de cero, como si nada hubiese pasado, pero para mí desgracia, no era así, solo había que esperar, quizá un poco más.

Esperaba a que Teegarden se acercara hasta él, quizá y solo había sido una casualidad aquel encuentro o quizá dentro de todo aquello había algo mucho más profundo de lo que di' Lota Cancri se podía imaginar, nunca pensó y de cierta manera era cierto, que se encontraría de nuevo con alguien que había conocido en un bar o más bien, en una de esas noches en las que salía para poder olvidarse de aquello que le causaba dolor, a menudo se preguntaba si aquello era lo mejor, suspiro cuando notó que ambos hombres ya estaban a escasos metros de su persona.

—Ángelo — escucho a Teegarden — es una verdadera sorpresa verte.

No pudo decirle nada, solo bajo la mirada y asintió, aquella sonrisa tan simpática y amable en el rostro de Shion podía no ser lo que se imaginaba o al menos no lo que quería creer, por mucho que su mente y su corazón le dijeran que nada malo pasaría, su conciencia se aferraba a los acontecimientos del pasado y a todo lo que sentía con respecto a Helena, a los Pólux, a Heze, a Chertan y Rukbat, Labelle y los demás, y he aquí que estaba a punto de salir corriendo, tomar el primer autobús a su provincia y dejar todo atrás pero también corría muchos riesgos al hacer una tontería de esa magnitud.

— ¿Cómo has estado? — Arietis le sonrió con la esperanza de ver en aquellos ojos rojos al menos un poco de calma.

—Bien — respondió de manera fría y cortante.

— ¿nos acompañas? — pregunto Teegarden

Solo asintió, quizá y si tenía un poco más de tiempo podía pensar mejor las cosas, buscar la mejor manera de llegar a la salvación que buscaba, comenzó a caminar a lado de aquellos dos que iban a paso apresurado, ¿A dónde?, no lo sabía y poco o nada le importaba, en realidad solo necesitaba un poco más de tiempo, si, un plazo más largo para analizar todo lo que pasaba y lo que haría en un futuro no tan distante, se alejaron poco a poco de aquella estación de autobuses y comenzaron a recorrer un par de calles solitarias como el corazón de aquel que con la mirada en el suelo, camina solo porque, al parecer, eso es lo que su cerebro ha dictado.

Absorto de todo cuanto pasa, con la mirada en unpunto en el que solo se fija en el suelo debajo de él para no caer, ni siquierase dio cuenta a donde había legado ni en donde carajo estaba, simplemente siguióa Teegarden y Arietis a donde quiera que fuesen, suspiraba perdido en suspensamientos y en un sinfín de cosas que no le dejaban pegar un ojo en la nochey que siempre le decían, así, debajo del agua, que era el más grande imbécil dela tierra por no haber hecho algo con respecto a Helena o a cualquiera quefuese su mayor desgracia.

Si fuese dueño de su destino, a lo mejor y ya hubiese hecho un par de cosas para zafarse de todo lo que le había ocurrido, quizá y hubiese modificado todo lo que pasó con aquella mujer y ahora estuviese viviendo feliz, pero el hubiera no existe y tampoco aquello que se desea hacer, como sea, di' Lota Cancri se quedó pasmado cuando recién se dio cuenta en qué lugar estaban, su mente quedó en blanco, un par de veces había estado en un lugar como ese y las recordaba bastante bien, nada más allá de un par de peleas de bar que terminaron mal y fue a parar ahí junto a los otros involucrados, pero esta vez no era nada de eso.

Entro despues de Teegarden, seguido de Arietis a la oficina del fondo en la estación de policía en el centro de la ciudad, cuando subió la vista se topó con tres hombres que no conocía pero que al parecer Teegarden si, otros dos que parecían tener su edad y si la mirada no le fallaba, estaban igual o incluso se atrevería a decir que más rotos que él, la mirada celeste de uno de ellos era tan triste que parecía que sus ojos estaban vacíos, mientras que los ojos oscuros del otro muchacho parecían ser un abismo de sentimientos encontrados y llenos de desgracia.

También estaba ahí, aquel muchacho de piel bronceada y de ojos verdes que alguna vez estuvo en su cama, sus ojos se abrieron como platos cuando se encontraron, ninguno dijo nada, tal parece que todo estaba planeado, su encuentro, el hecho que estuviesen ahí, el momento en el que comenzaron las preguntas acerca del paradero de Aioria Chertan y posiblemente el hecho de que los otros dos chicos presentes estuviesen ahí por la misma causa que él, aliviar sus penas y dejar el pasado en lo que era, pasado, el par de orbes carmesí se posaron en el más joven en aquella sala, quizá era ilusión suya o algo pero juraría que aquel chico de no más de 15 años era quien buscaban para su salvación y quizá se equivocaba.

Las palabras iban y venían, ninguno lo sabía pero quizá las tragedias en sus vidas estaban a solo pocas horas de acabar o quizá solo tenían que esperar un poco más pero ¿qué puede hacer un corazón que ha perdido toda esperanza?

🦀🦀

me disculpo por la tardanza, de verdad, y agradezco su paciencia.

los siguientes 2 o 3 capítulos van a estar enfocados en lo que sucede en el interrogatorio y en un par de hechos despues de este.

por fin el trío dinamita esta completo.

Salvezza = Salvación 

Dan R

Tres Historias, Tres TragediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora