capitulo 21.

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JIMIN:





Han pasado meses y sigo enamorado de Jungkook, pasar este tiempo hermoso a su lado no ha permitido que pueda dejar de amarlo. Aprendi a adorar esta vida
Una vida que no me pertenece. Una vida donde Junseo y Jungkook son mi mayor felicidad a diario.

Ahora siento tristeza, también estoy nervioso, porque el plazo del intercambio se terminó y no sé nada de Jaemin. Eso me preocupa.

Necesito saber su paradero.

— Amor me voy a trabajar.— Jungkook me saca de mis pensamientos cuando habla y me envuelve entre sus brazos, dando cortos besos en mis labios.

— ¡Que te vaya bien, amor!

Él asintió acercándose a mis labios por otro beso, esta vez más duradero y después posa sus labios en la frente de su hijo, lo besa con cariño.— Cuídense mis amores, nos vemos más tarde.— se despide y se aleja de nosotros, saliendo de casa.

Nuestra relación ha sido muy bonita en estos meses y por un momento llegué a pensar que él puede amarme de nuevo si sabe que soy Jimin, pero sigo teniendo miedo de decirle la verdad.

Llegue lejos con mi mentira.

— ¿Qué hago?.— pregunto mirando a Junseo. Él me mira y sonríe metiéndose su papilla de frutas a la boca.

Resignado me siento junto a su silla especial donde el niño esta comiendo y sigo desayunando mis huevos revueltos con tocino y el jugo que me preparé.

¡Tremendo apetito que tengo!

Pero ese apetito pasa a segundo plano por lo que sucedió después. Tras comer con gusto mi desayuno, de la nada sentí la sensación de asco y malestar.

Corrí al baño para expulsar todo lo que tenía en mi organismo.

— ¡¿Qué me está pasando?! — pregunto mirándome en el espejo.

Náuseas, vómitos, dolor de cabeza y muchos mareos es lo que siento desde hace semanas.

¿Estaré enfermo de algo?

El sonido de la puerta principal siendo tocada me saca de mi debate mental.

Imagine que fuera cualquier persona menos Jaemin con una sonrisa arrogante, un traje apretado color platino, el cual es mío, y unos lentes de sol.

¿Lentes de sol?

Bufo y rodo los ojos.

— Regrese a mi hogar, ahora puedes irte hermanito.— anuncia entrando a la casa.

La sensación de malestar regresa pero esta vez es por culpa de mi gemelo. Observo como Jaemin carga a Junseo y este se pone a llorar.

— Soy tu papito, ¿Cómo se comportó mi bebé precioso? — le habla de forma aniñada pero el niño seguía llorando y eso molestó a mi hermano.

¿Qué esperaba?

Que el niño lo reciba con aplausos y risas.

— Jaemin, ¿Por qué has regresado?— pregunto sin ocultar mi enojo.

Él me mira como si fuera alguien de la realeza, con total superioridad.

— ¿Pensaste que podías quedarte con mi esposo e hijo? — se ríe de mi.

Eso no debe estar pasándome a mi. Jaemin no debería reirse ni humillarme, yo debo hacerlo con él.

— Sabía que regresarias porque no eres como yo querido y nunca serás ni la mitad.— aclaré — Solo mírate, derrotado y es por eso que regresaste.— ahora soy yo él que ríe.

Ocupando su lugar || kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora