Ocupando su lugar || kookmin

Capítulo 26.

JIMIN:

Mi bebé está bien.

Pero yo no lo estoy...

Estoy solo.

Recostado sobre una cama e impaciente por saber como se encuentra mi hermano Jaemin. Ha pasado un día y estoy por volverme loco, al no tener noticias de él.

Como si alguien escuchara mis plegarias, la enfermera que me ha estado atendiendo desde que llegue al hospital entró a la habitación.

— ¿Cómo está mi hermano Jaemin? —pregunto.

La cara de la enfermera se contrae.

— Perdió al bebé.— solté un sollozo ante la noticia.— No había nada que hacer. Además...— la mujer se queda callada al verme llorando, pero yo le hago una seña para que continue.— Su hermano no podrá tener más hijos.

No.

Es mi culpa.

— Ire a verlo.— trato de levantarme pero me dolía aun el vientre.

— No lo intente a menos que quiera perder a su bebé.  Usted continua delicado.— asiento dándole la razón.

La puerta de la habitación se abre entrando Jungkook por ella. La enfermera salió, dejándome a solas con él.

— Ya lo sé todo.— dice Jungkook.

Hora de enfrentarlo.

Por la cara de enojado que trae parece que la conversación será muy tensa.

— Jaemin me explicó sobre el intercambio...— lo observo apenado.— Que has estado fingiendo hasta hace unos días que eras él.— su voz definitivamente sonó molesta conmigo.— Me lo confesó todo, también que Junseo no es mi hijo.— aquello lo mencionó con decepción.— Min Yoongi llegó al hospital para verlo y me confirmó eso.

— Lo siento mucho Jungkook.

— Me has engañado y roto el corazón dos veces.

— Yo no sabía que tu...— me interrumpió.

— Lo sé. Jaemin me contó lo que hizo para que no estuvieramos juntos.— menciona y me sorprendo al saber que mi hermano fue capaz de decir toda la verdad.— Eso no quita que me hayas engañado fingiendo que me amabas.

— Yo si te amo. Siempre lo hice.— me mordí los labios nervioso.

— No te creo...— responde de inmediato.— ¿Cómo puedo creerte si me engañaste fingiendo ser tu hermano?— reprocha.

— Lo siento Jungkook. Perdóname, solo eso quiero.

— Dame tiempo para asimilar este engaño.— asiento.— ¿El bebé es mío? — pregunta dudoso, observando mi vientre plano.

Nuestro bebé.

— Si lo es. No quiero que te sientas obligado a nada.

— Es mi bebé también, quiero ser su papá.— sonríe un segundo pero después vuelve a su rostro neutral.

La puerta de la habitación se abre entrando Lee Min Hoo con globos de colores y al verme esbosa una sonrisa.

— ¿Cómo está mi embarazado favorito? —interroga infantil.

Ese hombre es todo un lío. Apasionado pero infantil a la vez.

— Mal, estuve en peligro de aborto.— respondo a lo que Min Hoo borra su sonrisa.