Capítulo 2

601 95 10
                                    

Nota: Las palabras escritas en cursiva es Kongpop hablando en lenguaje de señas, así ustedes lo pueden entender mejor.

.

.

.

Arthit miró alrededor de la cafetería, buscando por cierta persona, pero no pudo encontrarlo por ningún lado.

—Arthit, ¿qué buscas?–, Knott le preguntó a su amigo.

—Oh, no es nada, Knott–. Arthit respondió prestándole atención a Knott

—Bueno, mi tío está llamándote, ve a buscarlo–. Knott dijo.

Arthit asintió y le pidió a Knott el favor de ordenar su comida mientras iba a donde estaba su padre.

Arthit le guiño el ojo a una chica quien le estaba mirando desde una mesa desde hace bastante tiempo, él rio mientras se alejaba viendo como la chica se sonrojaba. Caminó hacia la oficina del director y toco la puerta antes de entrar.

—Buenas tardes, Director–. Arthit dijo mientras se reía entre dientes y veía como el hombre rodaba los ojos.

Él hombre de mediana miró hacia Arthit y rio.

—Ven y siéntate, Arthit–.

Arthit asintió y se sentó en la silla enfrente del director.

—Entonces, ¿cómo van las clases?, ¿algún problema?–. El director preguntó.

—Las clases están bien y no hay ningún problema, como es usual, todos los estudiantes están sobre mi porque mi papá es el señor David, el director de esta gran universidad–. Arthit se rio.

David se rio ante las palabras de su hijo.

—Bueno, ¿algún interés en alguien en particular?–. David levantó las cejas, conocía a su hijo bastante bien, donde quiera que vaya, puede ver como Arthit cae enamorado por alguien y nunca se acerca a ellos.

La cara del joven que vio en clases viene inmediatamente a su mente gracias a la pregunta de su padre, una pequeña sonrisa ya estba formándose en sus labios.

—Bueno no estoy seguro, pero te lo diré cuando encuentre a esa persona–. Arthit sonrió.

David sonrió de vuelta a su hijo. —Claro, hijo, ahora ve y toma tu almuerzo–.

—Tú también papá, no trabajes demasiado o sino te harás más viejo antes–. Arthit se paró de la silla.

—¿Quién es el viejo? Se ve que no conoces a tu padre, Arthit–. David le sonrió a su hijo.

—Claro, como diga señor director–. Arthit se rio antes de despedirse con la mano hacia su padre y salir de la oficina.

Arthit camino a través de la cafetería y sus ojos aterrizaron sobre una figura solitaria cerca del jardín de la cafetería, sentado solo sobre una banca y comiendo un sándwich. Una sonrisa floreció sobre la cara de Arthit cuando reconoció al joven sentado, era el mismo con el cual esperaba encontrarse. Caminó hacia el joven sentado sobre la banca, podía escuchar los chillidos hacia él, pero decidió ignorarlos, para él, su misión era conocer a ese joven.

—Hola–. Arthit dijo mientras veía como el joven se tensaba un momento antes de mirar hacia él. Sintió como el tiempo se detenía por sí solo, esos ojos quienes le miraban lucían tan hermosos y perfectos como el moreno enfrente de él, se sintió atraído hacia esos ojos.

Arthit salió de sus pensamientos cuando vio una mano meneándose enfrente de él.

—Oh, mmm...hola, perdón por mirarte así, solo... solo quería hablarte–. Arthit trató de decir.

El amor no se dice, se sienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora