Capítulo 3

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—Arthit, ¿por qué tratas de acercarte a Kongpop si sabes que él no te va a hablar?–. Knott dijo mientras veía como Arthit regresaba un poco deprimido después de haber tratado de hablarle a Kongpop durante el descanso.

Arthit suspiró mientras se sentaba a un lado de su amigo, él vio alrededor, hacía el grupo de chicas quienes les daba una mirada de ojos enamorados, el solo les sonrió antes de voltear su atención a su amigo.

—Está bien, Knott, tal vez él no es muy hablador que digamos, y también solo es el tercer día de clases, ¡pero me sonrió de vuelta!–. Dijo Arthit como si se hubiera ganado las estrellas.

Knott rodo sus ojos. —Lo quieres, ¿verdad?

Las mejillas de Arthit se pusieron rojas mientras reía y asentía con la cabeza. —No sé qué me atrae de él, pero es tan misterioso, ¿has visto sus ojos? Son tan hermosos y si me quedo viéndolos, es probable que nunca podría mover mi mirada de ellos. Su piel es tan perfecta y la inocencia en su rostro es tan linda–. Arthit descanso su cara sobre sus manos mientras tenía una mirada soñadora.

Knott se burló de él. —Sí que has caído muy profundo, amigo mío–. Arthit rio.

Arthit giró su cabeza para ver a Kongpop, quien estaba sentado muy lejos, casi al final de la cafetería y vio como este veía molesto hacia una dirección, Arthit volteó a ver hacia donde Kongpop veía y vio a un grupo de chicas que le estaban tomando fotos las cuales empezaron a emocionarse cuando él les volteó a ver. Arthit sonrió y posó para las chicas, las cuales se emocionaron aún más. Knott solo negó hacia el creído de su amigo.

Arthit vio a Kongpop por la esquina de sus ojos, los cuales se agrandaron cuando vio como de repente Kongpop se paraba y se iba echando humos, a lo cual Arthit quiso reprimir su risa.

—Knott, ya vengo–. Arthit le dijo a su amigo antes de correr hacia la dirección por la cual vio a Kongpop desaparecer. Arthit buscó a Kongpop, pero no encontró ningún rastro de él. Fue hacia el pasillo donde se encontraban los casilleros, donde escucho unas risas y gritos.

Arthit observó la escena y vio a Kongpop presionado contra su casillero con tres hombres enfrente de él y riéndose de este.

—Escuche que eres huérfano, pobrecito, ¡cómo le hiciste para incluso entrar a esta prestigiosa universidad y estudiar con nosotros quienes tenemos mejor posición social, no como tú!– Uno de los hombres dijo apuntándole con un dedo en la frente de Kongpop.

Arthit empuñó su mano, su cara se puso roja mientras más escuchaba al hombre insultar a su Kongpop.

—¡¿Qué?! ¡¿Acaso el gato te comió la lengua o qué?! ¡Di algo, estúpido! ¿O quieres que te hagamos llorar?– Kongpop cerró sus ojos fuertemente cuando el hombre le agarro sus mejillas y enterró sus dedos en ellas, él ni siquiera podía abrir su boca. De sus labios salieron ruidos ahogados mientras trataba de quitar la mano del hombre de su cara quien se estaba riendo de él.

Sin ninguna otra opción, Kongpop le dio un rodillazo al estómago del hombre haciéndolo que este perdiera el agarre y que se agarrara su estómago mientras se quejaba.

—¡Tú!– dijo otro hombre mientras levantaba su puño hacia Kongpop el cual cerro los ojos esperando por el doloroso golpe en su piel, pero la única cosa que escucho fue el sonido de alguien callándose. Kongpop abrió sus ojos y miró sorprendido como Arthit se paraba a un lado de él con enojo y rabia saliendo de sus poros. Cualquiera que viera a Arthit se asustaría, la manera en que su pálida piel cambio a rojo puro haciéndolo lucir feroz.

—¡No te atrevas a poner un dedo en él! ¿Quieren que los expulsen por bullying?– Arthit les gritó.

—¿Por qué lo defiendes, Arthit? ¡La gente de clase alta como nosotros no debería estudiar con alguien de tan clase baja como él y más si es un huérfano como él! ¡Idiota!– El hombre al cual le pegó Arthit miró a Kongpop con disgusto.

El amor no se dice, se sienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora