Misterios, discusiones y un nuevo hogar

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Ese día fue un absoluto fracaso

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Ese día fue un absoluto fracaso.

De nada le sirvió a Light insistir para que los pusieran en un viaje a otra zona de Japón, o a un país donde pudieran hacer escala hacia allá. Decidieron cerrar el aeropuerto temporalmente porque el virus se estaba extendiendo mucho por el mundo y era peligroso. Regularían todo a partir de ese día, y eso significaba menos oportunidades para irse.

Ni siquiera quería recordar el rostro de los de la recepción del hotel cuando los volvieron a ver, empapados, temblando y maldiciendo silenciosamente. Tuvieron suerte de que no los echaran.

Apenas llegaron, Light se bañó con agua caliente para no resfriarse y se vistió con algo más cálido. Secándose el cabello, observó por el ventanal de la habitación como la lluvia iba menguando con una mueca. Lo único que quería era estar subido en el avión regresando a Japón, ¿cómo las cosas pudieron complicarse tanto?

Fue hacia el espejo, disconforme; tenía un yeso tan grande en la nariz que lo hacía ver ridículo. Hicieron lo que pudieron en el ala médica del aeropuerto, pero era vergonzoso.

Tal vez si trato de acomodarlo... Lo movió un poco, presionándolo mal y enviando ola de dolor que le recorrió la cara. Se arrojó a la cama y soltó una serie de improperios, apenas amortiguándolos con sus manos.

Por suerte L no lo escuchó. En ese momento estaba en el pasillo haciendo varias llamadas, buscando algún viaje disponible a través de los contactos que tenía.

Suspiró y bajó al restaurante del hotel; era bastante pintoresco, tenía una zona para comer afuera resguardada por un pequeño techo, y eso permitía disfrutar de la calle, perfecto cuando el clima del tarde era tan fresco. Intentó taparse la cara lo suficiente como para que no se notara el yeso y fue hacia allá, sentándose en una zona lejos de los demás.

Se quedó mirando con desánimo los autos pasar, ¿era realmente lógico tener tanta mala suerte en tan solo un día? No estaba acostumbrado a que las cosas le salieran así de mal.

¿Y ahora qué iba a ser de ellos?

-Tengo noticias. -L apareció de la nada colocando un plato de medialunas sobre la mesa junto a una malteada de fresa. Lucía con el peor de los humores por no haber dormido todavía. Se notaba muchísimo su cansancio y apenas eran las seis de la tarde.

-¿Qué pasó? -preguntó.

-No hay vuelos ni para hoy ni para los próximos días -dijo jugando con el sorbete de su bebida-. Tendremos que quedarnos aquí más tiempo.

-¿Qué?

-A mí tampoco me simpatiza mucho, pero no tenemos otra opción

-Maldición...

-Incluso si hay viajes disponibles, mucha gente está reservándolos por todo lo que está pasando -dijo-. No pueden ayudarme aunque quiera sobornarlos.

Juntos ✧「 Lawlight 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora