L se levantó de la cama, imperturbable. Sin mirar a Light, movió la perilla de la puerta y abandonó el cuarto. El castaño, desconcertado por lo ocurrido, se encogió de hombros, volviendo a acostarse y poniéndose las cobijas encima.
¿Qué habrá sido eso? Se acomodó, cerrando los ojos.
De la nada, sintió que lo estaban observando. Creyendo que era una alucinación, siguió intentando dormir. Una desagradable opresión apareció en su pecho; sudó levemente. Incómodo, volvió a abrir los ojos, intentando ver si había algo diferente en su cuarto.
Hasta que lo único que pudo oír con claridad en su cabeza, fue el sonido de alguien masticando una manzana. Con la maldita boca abierta.
—Eso fue inusual.
—¡Ah! —Light se pegó con la cabecera de la cama— Oye, ¿quieres dejar de hacer eso? —Las cobijas se le enredaron cuando se levantó, y por poco se cayó. Las amontonó en una bola, lanzándolas a la cama despreocupadamente— ¿Cuánto tiempo llevas ahí? —Abrió la puerta corrediza del balcón, acercándose a él fastidiado.
—Uh, unas cuantas horas; diría yo —Light observó con asco como se comía lo último de la fruta—. Escucha, hay un problema —El adolescente parpadeó, sin comprender—. Cada vez entiendo menos y no sigo los eventos como deben ser. Me he sentido apartado —Apoyó la mano en la cabeza, ceñudo—. Oye, ¿desde cuándo duermen en la misma cama? —preguntó sin saber el significado de indiscreción.
—¿Qué? —espetó el castaño, importunado—. Eso no es de tu incumbencia.
—Ah, ya veo, no vas a hablar. —Se masajeó el mentón, pensativo.
—¿Qué quieres que diga? —Alzó la barbilla, sin inmutarse ante su presencia—. Solo lo ayudo a dormir.
—...¿Eso y ya? —contestó el dios, poco convencido.
—El insomnio es complicado.
—Ah, entonces por eso lo abrazabas —concluyó con burla.
Light inhaló profundamente, masajeándose el puente de la nariz.
—No quiero que nadie sepa lo que pasó ahí, ¿entiendes? —advirtió.
—Creí que odiabas los engaños.
—Esto es diferente.
—Así que mientes a conveniencia.
—Yo no... —¿Qué importaba? Ni siquiera iba a escucharlo—, olvídalo.
Asomándose por el balcón, Light se perdió unos momentos en el presuntuoso patio y el cielo nublado. A través del reflejo de la baranda, se percató de que L estaba en la azotea, aún conversando con Matsuda. No podía ser nada bueno, o al menos, eso indicaba la cara del detective. A su lado, Ryuk alcanzó un cartón de palomitas de maíz, comenzando a devorárselas
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Juntos ✧「 Lawlight 」
Romance❛❛L cometió el peor error posible: en un impulso, evitó que Light recuperara sus recuerdos. No sabía precisamente por qué lo había hecho, y mucho menos se sentía culpable por sus pecados. Sin embargo, cuando creyó que él y Light no volverían a vers...