PRINCESAS DE ZUFIAUR| Guerra De Poderes. [EN CURSO✓]

CAPÍTULO 13.

Brenda:

-¡Mierda, Brenda!- Grita la chica horrorizada.

Me retuerzo más en el suelo sosteniendo mi estómago. Suelto un grito y otro rayo cae afuera.

-¡BRENDA CONTROLALO, JODER!- Suelto otro grito que termina siendo un chillido y escucho los golpes de las gotas de agua aún más fuertes.

Otro grito.

Tres relámpagos.

Otro grito.

Dos relámpagos.

Otro grito.

Un relámpago.

-¡Brenda! ¡Inténtalo!

Otro grito...

Un árbol cae en el techado.

-En la...- Layla se pone las manos en la cabeza sorprendida y yo cierro los ojos con fuerza.

Siento una corriente eléctrica en el estómago que me hace gritar con más fuerza.

Mi cabello está pegado al rostro y húmedo, esta vez sí entró el agua al lugar.

Grito con más fuerza que las anteriores y una corriente de rayos caen alrededor de la casa haciendo algo parecido a un río alrededor.

El agua entra flotando al hogar y me encierra en una burbuja dentro de ella.

Me sigo retorciendo en el suelo, cerrando mis ojos con fuerza, con la mandíbula apretada y hecha un ovillo en el suelo de madera.

Mientras Layla grita que intente controlarlo y busca protegerse del agua, de los rayos y del aire.

Los gritos de Layla se escuchan lejanos, como si ella estuviera hablándome desde un hoyo muy profundo.

Todo cesa.

El dolor.

Los gritos.

La lluvia y los rayos siguen pero estoy en un estado automático.

Sigo dentro de la cúpula de agua.

Un pitido agudo inunda mis tímpanos creando una reacción en mí. Tapo los oídos intentando que pare pero no sirve.

Intento ponerme de pie pero no lo logro y caigo al suelo. Lo vuelvo a intentar y lo logro.

A medida que mi cuerpo se alza, la cúpula se estira para que yo quepa perfectamente.

Desde fuera, Layla mira sorprendida. Y yo con mis sentimientos vacíos.

No siento sorpresa, exaltación o miedo.

Nada.

Mis párpados fallan en su abrir y cerrar y mi cuerpo se va de lado.

Caigo al piso de un golpe seco y pierdo la conciencia.

(........)

Camino entre los pasillos del instituto a paso lento.

La profesora Kreadles no vino, así que decidimos venir acá afuera.

Coloco mis audífonos y pongo la reproducción aleatoria. Avril Lavigne canta en mis oídos y cierro los ojos dando pasos lentos en el desolado pasillo.

Quien diría que una canción tan relajante guarda tanta... Suciedad.

Abro los ojos y sigo caminando.