PRINCESAS DE ZUFIAUR| Guerra De Poderes. [EN CURSO✓]

CAPÍTULO 11.

Bueno, yo ví que Majo puso una canción en su capítulo, así que dije ¿Por qué yo no?
Amo esta canción con mi vida, y si a ti no te gusta te voy a pegar... Nah, no es cierto, Majo me prohíbe tratarlos mal.
Pero espero les guste, es de Conan Gray, el ser más hermoso y perfecto de este planeta, después de Adam.
Sin más preámbulo, es todo. A leer...

Brenda:

Hoy es un día de mierda. Como todos, pero más.

Simplemente quiero agarrar todo y aventarlo, no sé por qué.

Ya han pasado dos semanas desde el incidente, hubo una tormenta de la mierda, la casa sobrevivió a los rayos y truenos, pero el patio no.

¡Hay hoyos en todos lados!

Se inundó la calle del frente. La casa de un lado se le voló su techado.

¡Joder, salió volando de la nada!

Pero después todo terminó. Tomé algunos antibióticos y pasó todo.

He ido al instituto esta semana, no he visto a Lucia y no me interesa verla. Por cierto, el flechado también es superhéroe. Si, tiene... cosas.

Esta última semana todo ha estado de la jalada. Sobre la exposición, Alex borro la memoria del profesor Dunnt y no hicimos nada de exposición.

No se que pasa con Adam, pero no me ha preguntado nada sobre el incidente. Tal vez ya sacó sus conclusiones, no lo se.

Es increíble lo que los superpoderes pueden hacer, pero terrible para mi. Aunque para mi todo es terrible y detestable, o al menos hoy sí.

Estoy parada frente a aquel barranco, mirando la lejanía, culpandome. A Matthew le importa una mierda. Claro, él fue al orfanato sabiendo que ni siquiera eran sus padres. O que él no fue el culpable.

El cielo se ha nublado y sé que otra tormenta se acerca, pero no me importa. No hoy. No en el día, trece años después, de la muerte de mis padres. ¿Por qué no me he tirado del risco?

Tomo la pequeña mochila oscura junto a mi y saco esa libreta. Arranco una de sus blancas hojas y hago la figura, al final escribo las palabras:

"Sigo lamentándolo. Los amo."

Me inclino un poco a la orilla, alzo el avión en mis manos, cierro los ojos y miles de imágenes pasan como flashback en mi mente. Tomo impulso y lanzo el avión. Como siempre, cae al risco y regresa de nuevo hacia arriba. Como siempre, solo tres lágrimas resbalan por mis mejillas y nada más. Como siempre, levanto la mochila y guardo la libreta. Como siempre doy media vuelta y avanzo por la carretera desolada a pie.

Limpio mis mejillas con delicadeza y avanzo con la cabeza mirando al suelo.

Camino alrededor de una hora, los pies me arden pero no le tomo importancia.

A lo lejos visualizo el letrero de Bienvenido a Guadalajara y avanzo más rápido. Cuando voy a pasar la calle veo un auto negro a la lejanía que llama un poco mi atención, lo ignoro y cruzo la calle.

Cuando toco la acera un escalofrío me recorre y escucho un rechinido de llantas. Volteo y veo al mismo auto negro pero ahora este me acorrala con su costado y dos hombres enfundados de negro bajan de él.

En estos momentos deseo con el alma que alguien pase por aquí.

Se acercan a mi y me toma cada uno por los antebrazos, forcejeo un poco pero no funciona.

Forcejeo con mucha más fuerza y logro zafarme, corro con todas mis fuerzas pero siento algo enrollarse a mi cintura.

¡OH POR LA MADRE PATRIA!