CAPÍTULO 18.

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Bueno, iniciaré narrando lo que pasó cuando la loca de Brenda salió corriendo.

Sin más, comencemos.

***

Lucía:

-¿Tienes idea de a donde fue la estupida? -Habla Jack mientras me ayuda a recoger la mesa que estaba llena de cajas de pizza y vasos de refresco con algunas latas de cerveza.

-Jack, ya te lo he dicho, su nombre es BRENDA -Le digo bastante irritada y cansada - Y no, no sé a dónde fue, pero por cómo salió, imagino que es algo serio y grave.

-¿Te gustó la pulsera? -Pregunta desviándose del tema, no le gusta hablar de Brenda.

-Si, pero no tenías que ponerle tu aroma -Le doy la espalda yendo a la cocina.

-Lo hago para protegerte -Me toma de la cintura pegandome a su espalda -No estás a salvo si no tienes tus dones .

-Tengo poderes y son más que suficientes -Lo separo de mi y lo dejó solo en la cocina.

Maldito Jack.

Reviso mi celular y tengo varias llamadas y mensajes de Alex.

No debiste hacerle eso a Jack.

Callate, Amara. Esto no es sobre Jack, es sobre porque no le respondí a Alex. ¿Y si era importante?

¿Importante? Es más importante tener tus dones.

Tú solo quieres que me acueste con Jack.

Bueno, en parte si, no lo niegues. Jack es..... sexy.

Una pequeña risa se escapa y observo el bosque.

Adiós, Amara. Te agradezco si me dejas por hoy.

Camino hacia el bosque, una fuerte brisa golpea en mi rostro y hace que varios mechones de pelo golpeen contra mi cara.

Cuando estoy a punto de dar el paso que determina que estoy dentro del bosque algo me detiene, los recuerdos me frenan en seco.

Recuerdo como conocí a Jack, recuerdo la cabaña de Matt y por supuesto.....el beso de Alexander.

Inconscientemente toco mis labios y sonrió al recordar aquel beso.

Siento como todo se detiene, siento como el aire me impulsa a romper la distancia entre el bosque y la ciudad, pero una mano sobre mi hombro me saca de mi trance.

-No deberías entrar sola....

Reconozco la voz y volteo casi al instante, sin pensarlo dos veces me lanzo en los brazos de aquel chico.

-Acompáñame, así no estaré sola -Digo contra su pecho mientras siento cómo su corazón empieza a palpitar con fuerza.

-Sabes que no puedo, pequeña -Me abraza con la misma o tal vez más fuerza con la que yo lo abrazo a él -Si te pasa algo "firulais" no me lo perdonaría y yo tampoco me perdonaría perderte.

PRINCESAS DE ZUFIAUR| Guerra De Poderes. [EN CURSO✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora