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—Mike, no sé qué es lo que pretendes hablar, pero si es sobre lo que creo te juro que no quería que supieras de esta forma—Sé excusa nervioso mientras entran por la puerta trasera conduciéndolos a la que solía ser su área de juegos.

—No sé de qué hablas Will, pero eres realmente tierno—Susurró sonriente mientras le apretujaba una mejilla, sin duda Will había entendido mal el mensaje dentro de la fiesta.

—¿Entonces por qué querías traerme acá?—Suelta mientras ambos toman asiento en el sofá, sorprendentemente muy cerca del otro.

—Quería hablar contigo sobre Jane—Ahí estaba de nuevo, siendo el terapeuta amoroso del chico que le gustaba—Es muy linda y me gusta, tiene un lindo trasero, pero, cuándo estoy con ella solo quiero besarla y hacer que se calle, no tenemos mucho en común, ¿sabes? es cómo si realmente solo me gustara estar con ella para besarnos—Agrega, Will le escucha muy atento sin poder pasar la saliva.

—Sí, lo entiendo—Mentía, jamás podría entenderlo.

—Will, ¿por qué no tienes novia?—Lo observó fijamente y después recostó su cabeza en las piernas del antes mencionado.

—N-No lo sé—Tartamudeó, tanta cercanía lo tenía loco.

—Creo que serías un buen novio, incluso mejor de lo que yo lo soy—Continúa el pelinegro con las pupilas realmente dilatadas, Will no estaba seguro sí era por él o por toda esa marihuana que había fumado.

—¿De verdad lo crees?—Sus ojos brillan.

—Sí, lo creo—Dice Mike al mismo tiempo en que retira la cabeza del regazo de Will sin cortar el fantástico contacto visual—Mierda, esos ojos—Lo toma por las mejillas antes de poder besarlo, Will sé acerca no muy seguro, muchas dudas rondaban por su cabeza, ¿besarlo mientras estaba ebrio no era un abuso?

—Mike espera—Lo interrumpe antes de que sus labios puedan juntarse—¿Estarás bien con esto?—

—Sí, lo estaré, lo estaré, bésame—El castaño no lo pensó un segundo más, sé acercó lo suficiente para comenzar a besarlo suavemente, Mike acariciaba sus cabellos con cuidado mientras en un movimiento rápido se recostaba en el sillón, el más pequeño se quitó el abrigo mientras sé escabullía entre las piernas del pelinegro, muy cerca, suspiros inundaban la habitación al igual que pequeños jadeos, Will jamás había besado a nadie antes de eso, ni siquiera sabía qué hacer después—¿Puedo estar arriba?—Preguntó Mike en un suspiro, Will asintió sin poder hablar.

Estar abajo de Mike era aún más sencillo y caluroso, las caricias se volvían más profundas y más constantes, ¿de verdad lo iban a hacer? estaba muriendo porque así fuera.

—Mike, Mike espera, tengo que decir algo antes—Suspiró en un intento de no gemir, las manos de Mike recorrían su entrepierna.

—¿Que pasa?—Jadeó mientras seguía atacando el cuello del más pequeño.

—Me gustas Mike, me gustas mucho desde que puedo recordar—El antes mencionado hizo caso omiso siguiendo con su trabajo, subiendo y bajando la mano en la longitud de Will, haciendo que este soltara pequeños jadeos.

—También me gustas Will—


No era la primera vez que Will despertaba junto a Mike, pero sin duda esta ocasión era realmente especial, podía jurar que le dolía todo el cuerpo, pero poder escuchar latidos del corazón de Mike mientras descansaba en su pecho era fantástico, no había tenido una noche genial pero no podía quejarse, sabía que hacer algo como eso iba a doler y justo fue así, tenía miedo de lo que podría ocurrir después, ¿qué tal sí Mike realmente no recordaba nada de lo ocurrido y se asustaba sí encontraba a su mejor amigo junto a él de esa forma? no lo iba a permitir, se vistió rápidamente y dejó un suave beso en los labios de Mike, realmente quería que las cosas con su trasero mejoraran así que llamó a Jonathan para no tener que caminar.

Jane - Byler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora