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—Es más fácil arreglar ese traje sí... dejas de moverte Will, ¡por Dios!—Suspira Joyce en un momento desesperado por intentar acomodar el tuxedo de su pequeño, el antes mencionado deja ver una sonrisa culpable, un par de días y su hermanito estaría casado, no podía creerlo.

—Debería de amarrarle las muñecas, es más sencillo retenerlo así—Ríe Max desde su asiento mientras lee una revista de moda con una pierna encima de la otra, Will le había pedido que lo acompañase con su madre a elegir un traje ya que sería su invitada especial para la boda y quería combinarla con lo que usaría, Max dijo que eso era muy homosexual pero que de todas formas iría, así que estaban ambos ahí, juzgándose mutuamente mientas Joyce pensaba que estaban totalmente locos uno por el otro.

—Bien, será este, iré a pagarlo, Will puedes quitártelo—Avisa su madre, el castaño finalmente puede respirar mientras ve a su madre alejarse de la habitación, Max sonríe divertida mientras ve a Will despojarse de las prendas que tenía encima.

—De verdad, no puedes seguirle ocultando tu homosexualidad a tu madre, no quiero que Dustin vaya a sentirse mal por esto—Suspira.

—Max por favor, no puedo decirle ahora, sería una bomba para ella, bastante tenemos con que Jonathan vaya a casarse—

—Ser gay no es lo peor del mundo Will, creo que tu madre estaría más tranquila sabiéndolo, es raro ver sus miradas extrañas hacia mí—Le dijo su mejor amiga mientras al mismo tiempo le ayudaba a voltear su camiseta.

—No lo sé, quizá me lleve a la iglesia y haga que me confiese 20 veces—Le quitó la camiseta de las manos y terminó de colocársela de vuelta.

—Tu mamá jamás ha sido muy religiosa, deja de poner excusas tan estupidas para tu miedo de admitir que eres gay Will—Max lo tomó de los hombros con suavidad, puede que tuviera algo de razón.

Al salir de ahí llevaron a Max a su casa, la verdad es que los papás de Max jamás estaban pero ella prefería volver temprano, Will pensó mucho la situación, tenía tanto miedo de que su mamá lo rechazara y tachara de depravado que había preferido no hablar.

—Así que Max—Suspiró su madre haciéndolo despertar de sus propios pensamientos, el mismo Will no se había percatado de que durante todo el tiempo que estuvo reflexionando la situación, no quito la vista de la puerta que conducía a casa de su pelirroja amiga—Me agrada, jamás te había gustado una chica antes, es un poco extraño pero emocionante, ¿te dijo algo del traje?, ¿tienes pensado decirle algo en la boda de tu hermano? podemos pedir ayuda a Jane, —

—Mamá, Max está con Dustin—Dijo finalmente, la expresión de Joyce cambió, estaba confundida.

—Pero sí tú y ella...—Will negó al instante interrumpiéndola.

—Ella y yo somos sólo amigos—Sé encogió de hombros, después suspiró, su madre no dejaba de mirarlo y eso lo estaba poniendo muy nervioso.

—Pero son demasiado cercanos William, es... es extraño me hace pensar que...—Will la interrumpió una vez más, su madre no sabía que decir, el chico terminó tomando las manos de Joyce, retirándolas de volante, lagrimitas empezaron a escurrir por sus mejillas.

—Lo siento mamá, se que tú querías que yo... me casara, tuviera hi-hijos... y yo pensé que sería así, lo siento, lo siento—Repitió mientras sollozaba, parecía que ella lo había entendido todo, en un instante soltó su agarre de manos y lo abrazó, estrechándolo entre sus brazos—Yo pensé que, me gustarían las chicas gradualmente, pensé que era normal ver a los chicos con tal admiración y sentir... mariposas—

—Will, no tienes que pedir una disculpa, yo, yo jamás pensé que me confesarías algo como esto, pero no hay nada de que preocuparse, yo te amo y te amaré por siempre, me alegra que dios te haya dado la posibilidad de amar, no importa a quién sea, yo crié un niño amoroso, estoy orgullosa de ti, estoy orgullosa de quién eres—Pronunció Joyce mientras sus ojos se aguaron, apretando más fuerte a su pequeño hijo.

—Pensé que me odiarías, pensé que querrías botarme de la casa después, yo no tenía a donde ir, yo no quiero estar sólo, no quiero perderte cómo a papá—Agregó alterado.

—Tranquilo, eso jamás podría pasar, eres mi niño, eres un bebé para mi todavía, ¿quedó claro?, Jonnathan  y tú son mi única razón para respirar todos los días en este planeta—

—¿Hopper?—Preguntó Will en un susurro, aún aspirando sus propios mocos entre los brazos de mamá.

—Sí, lo que quiero decir es qué, lo más importante para mí siempre serán mis bebés—Sonrío Joyce, el castaño soltó el agarre con el rostro hinchado y los mocos escurriendo, parecía un niño pequeño—Ahora, tenemos que irnos de aquí, todo este tiempo hemos estado fuera de casa de Max, puede parecer muy acosador—Ambos rieron y pusieron el auto en marcha.

Will asomó la cabeza por la ventana mientras mamá conducía a casa, los árboles hacían una sombra increíble en Hawkins y el viento le secaba la cara, su cabello que antes había sido un hongo, estaba creciendo de una manera muy tierna y con todo el revuelo estaba tan alborotado cómo su dopamina, era una sensación de libertad que no había podido sentir en mucho tiempo, disfruto cada palabra cantada proveniente del radio en su coche, se sintió totalmente despreocupado, se sintió vivo.

William Byers pudo salir del closet sin morir en el intento, y estaba orgulloso de ello.

Jane - Byler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora