6

996 97 58
                                    

—Entonces la profesora nos puso un 10, ¡dijo que era un excelente proyecto!—Exclama la pelirroja emocionada mientras cierra su casillero, Dustin sonrió de vuelta, le encantaba verla sonreír.

—¿Eso quiere decir que están dentro de la competencia de física?—Pregunta Lucas entusiasmado, Will asiente y ambos se abrazan, era su primer año dentro de la preparatoria y comenzaban a sumar logros.

—¿Qué estamos celebrando?—Pregunta Mike quien apenas llega, cómo era normal sujetaba la mano de Jane, Will bajó la mirada hacia sus zapatos, no tenía muchas ganas de estropear su felicidad por ello.

—¡Will y Max serán los representantes en el concurso de física!—Responde Dustin, el más alto se sorprende, sabía que a Will le gustaba la física pero no le esperaba algo cómo eso.

—Vaya, sí es algo que debemos celebrar, ¿les parece ir por un helado?—Sugiere Mike, todos asienten aunque en realidad Will no tenía muchas ganas de ir, seguía lo suficientemente triste por su acuerdo con Mike.

—Yo no creo qué vaya a poder, voy a estudiar para el examen en la competencia, es algo complejo y tengo que estar bien preparado—Sé excusó, Max arqueó una ceja, incrédula.

—Estudiaremos cuándo sea tiempo Will, tienes que divertirte—Agrega sin más, a el castaño no le queda más que aceptar.

Al llegar al centro comercial se sentía mejor, sabía que era cuestión de tiempo para que pudiera superar a Mike pero todavía se negaba a querer hacerlo, verlo tan enamorado de Jane lo hacía querer desaparecer, ¿por qué no era Jane?, después de más pensamientos tristes y vacíos, llegaron a la heladería donde solía trabajar Steve, había trabajado tan duro que terminó comprándola, haciendo a Robin su socia, eran muy buenos amigos y también tenían muy buen helado, tomaron una mesa mientras Steve saludaba, tenía tiempo que no se habían visto.

—Es increíble qué todavía uses el mismo peinado—Ríe Steve mientras sacude el cabello de Will—Y también es increíble que tú tengas la misma novia—Señala a Mike, quien rueda los ojos, odiaba que dijeran las mismas cosas siempre.

—Es increíble que no te hayas casado—Sé venga, Max no puede evitar reír y casi se ahoga con la malteada, Dustin intenta golpear su espalda levemente para hacerla respirar, haciéndola derramar su malteada con el impulso.

—Mierda—Pronuncia Max apenas vuelve a respirar.

—No sé preocupen, ahora estará limpio, ¡Ethan tienes trabajo!—Gritó Steve con algo de autoridad, seguro se refería a un empleado.

Will no podía describir la sensación que sintió en el momento en que vio pasar a ese chico, Ethan, el empleado de Steve que no tenía más de 18 años, era muy parecido a Mike, ambos eran blancos como la leche, además de tener el cabello negro y ligeramente crespo, era muy alto, mucho más alto que Will, con una mandíbula afilada pero con facciones muy finas, Ethan tenia un semblante más amable y servicial, mantuvieron contacto visual unos segundos hasta que Will bajó la mirada, el otro chico estaba en una especie de trance, Will le había parecido muy guapo y tierno, el castaño podía jurar que jamás un chico lo había visto de esa manera tan especial.

—¿Ethan?—Lo llamó Steve algo confundido, todos habían notado esa mirada, en especial Mike, quien lo veía de una manera amenazante.

—Sí, sí disculpen, voy a limpiar eso—Despertó de su trance y comenzó a limpiar la malteada derramada, Max observó a su mejor amigo cómplice.

—Ethan, jamás te habíamos visto, ¿tienes mucho trabajando en el centro comercial?—Rompió el hielo Lucas, a quien le parecía divertida la escena.

—Oh no, soy nuevo—Sonrió.

—Tal vez un día podrías salir con nosotros—Sugiere Dustin, Ethan sonrió y asintió, eran muy amables.

—Sí, suena agradable, me gustaría saber sus nombres—Dijo mientras volteaba disimuladamente hacia Will, tenía que saber su nombre.

—Bien, yo soy Max, el es Dustin mi novio, este es Lucas, Jane, Will y...—

—Mike, soy Mike—Soltó serio.

Justo después de que el pobre pudiera limpiar el desastre hecho, Mike derramó disimuladamente su malteada completa sobre la mesa, Jane no entendía porque su chico estaba tan molesto.

—Ups, derramé un poco—

—Mike eres un puto idiota—Habló Max algo enojada, se había dado cuenta de que la malteada no fue derramada por accidente.

—No es mi culpa, mis manos son torpes—

—Sí quieres puedo ayudarte—Soltó Will sorprendentemente mientras intentaba tomar el pedazo de tela que usaba para limpiar, tomando por accidente su mano, el chico más alto se sonrojó.

—Está bien, puedo hacerlo, pero puedes ayudarme en otra cosa—

—¿Sí?—Tragó saliva, seguro iba a batearlo.

—Espera—Sonrío el chico, tenía una sonrisa muy linda.

Después de haber dado unos cuantos pasos lejos junto a Steve, Mike decidió hablar.

—Nunca estará dentro del grupo—Sé cruzó de brazos.

—¿Por qué no Mike? sé ve lindo—Preguntó Jane, sin duda era un chico que llamaba la atención.

—Sí, ¿por qué no Mike?—Recalcó Max, tratando de hacerlo sentir culpable, antes de que pudiese decir algo más, Ethan aparece.

—Listo, toma—El chico le entrega a Will un papel pequeño con algo escrito y después se va.

Era su número de teléfono, le había dado su número de teléfono, Will no podía creerlo, quería saltar y correr por todo el lugar, al fin alguien iba a valorarlo cómo era debido, por otro lado Mike tenía aún la misma mirada asesina de el principio, incrédulo y muy molesto, ¿cómo ese chico se atrevía a invitar a Will a que lo llamara? ni siquiera entendía porque se sentía tan dueño de la vida amorosa de Will, ¿no le había dicho que gustaba de él? ¿lo había olvidado tan rápido? miles de preguntas absorbían la cabeza de Mike, deseando que Ethan nunca hubiese aparecido, Jane lo veía confundida, no entendía que había hecho mal para que Mike la ignorara de tal manera, quería irse a casa.

Jane - Byler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora