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El sol brillaba en todas partes de mi habitación, y aunque era un brillo constante me resultaba hermoso.
Visualice dos ancianos desde la ventana de mi habitación, uno estaba en sillas de ruedas y el otro se encontraba sentado en un silla de madera.
Lo hermoso de ése día es que a pesar de qué la persona en sillas de ruedas no hablara ni omitia un ruido. La persona que lo acompañaba estaba feliz, feliz de estar con ella, feliz porque a pesar de qué su amada moría día a día. La seguiría amando después de todo.
Y lo sabia por cómo la miraba, lo sabia por cómo su amada observaba a la nada mientras el la veía de pies a cabeza con una hermosa sonrisa de fascinación, estaba atento a todos sus movimientos aunque eran lentos, lo estaba.
Y quería eso, lo anhelaba contigo.
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°•Eres otro en mi vida.•°
Short StoryEllen Sanchez. Una historia. Un recuerdo doloroso... A sus quince años de edad, está convencida de qué el chico bueno jamás le haría daño. De qué el amor cuando es mutua debía permanecer, pero estaba tan equivocada cuan lector empedernido. Todo em...