Sanar era raro.
Algunos días estas bien, incluso un día te levantas con ser suficiente para ti. Otros días todavía duele como si fuera reciente.
Sanar lleva tiempo, a veces nos escuece la piel y el pecho con tanta intensidad que se vuelve agotador y nos vuelve débil, y débilmente hacemos de todo para acabar con eso.
Sanar era un proceso sin marco de tiempo completo.
Era agobiante y enfermizo.
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°•Eres otro en mi vida.•°
NouvellesEllen Sanchez. Una historia. Un recuerdo doloroso... A sus quince años de edad, está convencida de qué el chico bueno jamás le haría daño. De qué el amor cuando es mutua debía permanecer, pero estaba tan equivocada cuan lector empedernido. Todo em...