Cuarenta y siete

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¿Lo recuerdas?

Un día de la nada dijiste: Volvamos a intentarlo.

Yo negué con una sonrisa en mis labios y dije: No.

Tu rostro se habia transformado en segundos las comisuras de tus labios las cuales formaban una sonrisa antes estaban desprendidas hacia bajó. Y de pronto sentí una necesidad de devolverte lo qué senti hace unos meses.

Dije: Podemos ser amigos.- Sonrei -: Mejores amigos. -y éso te dolió.
Creó que tu ego lo había pisoteado.

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°•Eres otro en mi vida.•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora