Sesenta.

30 10 0
                                    

Un día llore.

Lloré en los brazos de mi padre. Éstos me eran reconfortantes...

me había levantado exasperada, el insomnio no me dejaba dormir. Y las pesadillas volvían cada vez más fuertes.
 ¡Maldicion!

Solo quería dejar de tener miedo, soltarlo... Estar en paz en mi propio cuerpo más mi padre preocupado dijo: ¿Qué ocurre princesa? Háblame por favor.

Yo tuve qué decirlo, decirle todo.

°•Eres otro en mi vida.•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora