👑 Universidad Sonpin 👑 ✴

👑 Jaque Mate Al Rey 👑

Después de que la malvada y arrogante princesa se marchara ambos se quedaron en silencio contemplándose como si fuera la primera vez que sus ojos se hubieran encontrado, el ambiente era tan agradable que ambos mordían sus labios para evitar sonreír, segundos después el rey decidio dejar de mirarlo y dijo.

- ¿Es qué no piensas cambiarte? mi hermana ya se fue y creo que el que sigas casi desnudo en mi sala ya no hace falta - nervioso desvio la mirada.

- ¿Acaso lo que ven mis ojos rey dragón es timidez? - afirmó con una sonrisa de satisfación muy plena.

- ¡¿Qué?! ¿Acaso crees que yo estoy nervioso? Porque no lo estoy.

- Y es cierto no deberias estarlo Saint. Recuerda lo que dijiste anoche, no es la primera vez que dormimos juntos así como tampoco es la primera vez que me ves desnudo incluso has visto mucho más - al decirle esto recorrio el borde de su boxer jugando un poco con él y se mordió los labios.

Saint tuvo que morder su lengua para evitar jadear ante esa imagen tan sexy.

- ¿Puedes dejar de jugar y vestirte de una buena vez? - le ordenó nervioso.

- Okey, okey me vestire de una vez, no vaya a darte un paro cardíaco aqui mismo, por cierto me encanta ver tu rostro sonrojado, así te ves aún más hermoso - susurró muy cerca de sus labios y el rey sintio la garganta seca.

Pin se acerco un poco más a él y Saint esperaba el tan ansiado beso pero el travieso joven termino dando un paso atrás y se alejo sonriendo.

Ahora que él se había ido por fin podia botar todo el aire que estaba conteniendo en sus pulmones pero no podía negar que se sentia decepcionado.

Ansiaba tanto el sabor de esos cálidos y ardientes labios que dolia no sentirlos.

Decidio dejar de pensar en eso y recoger los platos y lavarlos, estaba tan concentrado haciendolo que no sintio cuando Pin llego, tomó el mandil de cocina, se acerco por detrás y empezó a colocarselo.

- ¿Qué haces? - preguntó algo sorprendido.

- ¿No lo ves? no quiero que ensucies tu ropa tan bonita - dijo con ternura.

Al mirarlo solo pudo pensar en lo peligroso que era estar tan cerca de él.

El rey había creado una gran barrera para aislarse de los demás, ni siquiera sus amigos sabían todo acerca de él, pero con Pin todo era tan diferente.

Él había llegado a su corazón despacio y tan suavemente que no lo sintio entrar, pero sin embargo su presencia ya reinaba en lo profundo de su alma.

El caballero blanco le había hecho jaque mate al rey en su propio juego.

Y ahora no sabía como parar las inmensas ganas que tenia de dejarse amar por él.

Estaba tan nervioso que recurrio al recuerdo de su odiosa hermana para volver a la realidad.

- ¿Qué es lo quieres Pin? ¡Dímelo! - le exigió pero en su mirada había anhelo más que dudas.

- ¿¡Qué quiero!? ¡¿No lo ves Saint?! Solo te quiero a ti, solo a ti - le confesó mientras lo tomaba de la cintura y lo atraia hacia él.

Pego sus frentes y respiro el aire que se escapaba de sus carnosos labios

Saint intento controlar los latidos desenfrenados de su corazón y cerro los ojos para no verlo pero su olor y su calor eran demasiada tentación.

Abrio los ojos encontrándose con los seductores y brillantes ojos de Pin que lo miraban como si él fuera lo más preciado del mundo.

- ¿Sabes que te puedo hacer mucho más daño del que ya te hecho, verdad? - trato de advertirle.