👑 Universidad Sonpin 👑 ✴

👑 El Riesgo De Amar 👑

Dos cuerpos cálidos y lujuriosos se encontraban enredados como si fueran uno solo, reafirmando lo que ya sabían sus corazones que se amaban con total pasión y desbordante locura.

Pin deslizaba su miembro en la exquisita entrada de Saint con un ritmo acelerado y cadencioso que  llenaba de placer cada parte de su alma, podia sentir como con cada golpe su piel ardía en intensas llamas.

Esta entrega era distinta, ambos lo sentian ya no había nada que ocultarle al otro, al fin eran libres.

El amor que sentian se transformo en la llave que abrio las cadenas que los mantenian atados a su pasado.

No había más dolor, ni más dudas solo eran ellos dos y un gran amor que corria por sus venas con desesperación.

- Solos solo tú y yo - dijo con sensualidad Pin mordiendo su lóbulo y entrelazando sus manos mientras seguia hundiendose en esa embriagante fuente de placer oculta en el cuerpo de su novio.

Saint solo podia gemir descontroladamente, el aroma del caballero blanco lo volvia loco y cada una de sus caricias eran como drogas inyectadas directamente en su piel, solo deseaba más de ellas.

La forma en como él lo miraba lo dejaba sin aliento, en sus ojos brillaba el fulgor de una estrella y una infinita dulzura que a cada segundo acariciaba su alma.

Extasiado por la dulce fragilidad que el caballero blanco exudaba en todo su ser mordió su cuello, clavo sus manos en su ancha espalda y con suavidad deslizo sus manos hacia su sedoso cabello y dejo que sus dedos se perdieran en el.

El caballero blanco estaba perdido en la suavidad de esa blanca y delicada piel, lamia cada parte con una bendecida pasión y en cada uno de sus toques se reflejada un profundo amor.

Saint podia sentirlo, porque cada fibra de su ser temblaba ante la presencia de Pin que con cada roce de su cuerpo enviaba descargas eléctricas que explotaban en su piel y que traspasaban su alma.

El furioso ruido de sus corazones se mezclaba con los sonoros gemidos de ambos creando una nueva sinfonía que proclamaba su inmenso amor.

En medio de este éxtasis sus labios se encontraron y fue como si el sabor del otro fuera el mismo aire porque se aferraron a la boca del contrario como si sus vidas dependieran de ello.

El rey empezo a mover su lengua de una forma sensual y Pin no podia evitar gemir al sentir como dominaba y conquistaba su interior.

Era un beso tan apasionado que las succiones y las lamidas no eran suficientes, perdidos en el deseo mordieron sus labios dejando marcas de dientes que mañana serian visibles.

El rey lo miró de una forma seductora y Pin solo dejo que hiciera lo que quisiera con él.

Con ansiedad busco la garganta del caballero blanco y paso su lengua suavemente una y otra vez haciendo temblar a su hombre, luego hundio sus labios en la misma zona y empezo a chupar.

Cada caricia de esa esponjosa boca era una peligrosa adicción, Pin sentia que su pene se contraia con fuerza dentro de la estrecha y ardiente entrada, cuando sintio que se corria se abrazo a Saint, quien se quedo embelezado al observar el rostro de su novio.

Sus facciones eran hipnóticas la felicidad que reflejaba hizo que fuera irresistible el deseo de acariciar su rostro.

- Eres perfecto - le confesó dejando que sus dedos tocaran con delicadeza el bello rostro de Pin.

Estaba intoxicado por su belleza y dejo que la yema de sus dedos recorrieran aquella hermosa cara.

Toco sus cejas, sus párpados, sus mejillas, la curva de su nariz y cuando llego a sus labios los delineo lentamente, el rey inconscientemente mordió sus labios porque Pin era tan deseable y no se dio cuenta que ese simple gesto volvió a encender la llamarada de fuego puro que habitaba en el interior de su amado.