👑 Universidad Sonpin 👑 ✴

👑 Sinceridad 👑

El caballero blanco se encontraba en la cama con ganas de seguir descansando pero cuando se movió tratando de encontrar ese calor conocido que tanto amaba se desconcerto y abrio los ojos solo para darse cuenta que el rey no estaba a su lado.

Intento recordar lo ocurrido anoche y varias imágenes vinieron a su cabeza la cual se sentia adolorida por la enorme resaca.

Empezo a recordar lo ocurrido y sus mejillas se encendieron por la verguenza.

- ¡Estúpido Pin! - se maldijo. ¿Porqué siempre haces el ridículo frente a él? Seguro piensa que soy un tonto niño caprichoso - se levanto para buscarlo pero entonces escucho el agua del baño correr.

Con una media sonrisa y con el corazón latiendo de emoción camino hacia el baño y su mente se lleno de recuerdos.

- Ahora seré yo quien entre sin pedir permiso - susurró en un tono muy bajo pero seductor.

Al abrir con suavidad la puerta unos fuertes suspiros casi se escapan de su pecho al ver el cuerpo desnudo de Saint.

No importaba cuantas veces lo viera él siempre quedaba fascinado como si se tratara de la primera vez.

"Es un obra de arte de los pies a la cabeza"

Su piel pálida y el agua que la mojaba parecian como gotas de rocío que empezaban a derretirse por los primeros rayos del sol pero Pin sabía que el rey era mucho más de lo que aparentaba.

La belleza de su cuerpo solo era
un complemento de su hermosa y frágil alma.

Estaba hipnotizado porque sus ojos no podian dejar de moverse a placer sobre el cuerpo de su novio.

Cada centímetro de su piel parecia un poema escrito solo para seducir a todo aquel que lo descubriera, todo en él gritaba lujuria.

Su cuerpo comenzaba a despertar ante aquella mágica visión.

- ¿Dejarás de mirarme o entrarás? - habló el rey sacandolo de su ilusión.

- ¡Tanto ruido hice! ¿Cómo te diste cuenta que estaba aqui?

- A pesar del ruido que causa el agua puedo escuchar como tu corazón late por mi.

Volteo a verlo, se sacudio el cabello y miles de gotas volaron como suspiros invisibles en el aire.

Pin no resistio la tentación y se acerco al rey tomándolo por la cintura, se abrazo a su boca y permitio que sus manos recorrieran con libertad aquel glorioso cuerpo.

El agua fría corria por sus pieles pero al contacto con ellos esta se calentaba porque ambos eran fuego intenso y puro.

Era imposible para los dos no arder cada vez que se tocaban.

El caballero blanco escondia en su interior una sensualidad que se volvia más irresistible si estaba frente a Saint.

A su vez el fuego que dormía en el alma del rey dragón despertaba cuando Pin lo miraba.

No necesitaban más que solo un gesto para sentir que el deseo por el otro se volvia tan incontenible que la lujuria empezaba a consumirlo todo de ellos.

De esa forma única e incontrolable fue que ambos cayeron en este torbellino de emociones llamado amor.

Y aunque quisieran detenerlo ya era imposible porque ese sentimiento consumia sus almas.

El éxtasis empezaba a correr por el cuerpo del rey porque la forma en la que lo tocaba encendia chispas solares de incadecente fuego que se multiplicaban con cada caricia.