El primer día de clases siempre es difícil pero para Pin Tanapon un muchacho noble con un gran sentido de la justicia será el comienzo de la batalla más grande de su vida porque en la Universidad de Bangkok habita un hermoso y malvado alumno a quien...
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Las horas pasaban lentamente y Pin empezaba a creer que había caído en otra dimensión donde el tiempo transcurría de forma distinta, era la tercera vez que cosultaba su reloj y los minutos parecían alargarse cada vez más.
- Aunque pongas esa cara el profesor no se ira.
- ¡Cállate Plan o nos castigaran! Y si lo hacen juro que patearé tu trasero - amenazó Pin.
- ¿Acaso alguno de ustedes quiere dar la clase?
- No maestro siga por favor, lo sentimos - se disculpo mientras miraba con odio a Plan.
"Maldición quiero estar con Saint pero este día aún no acaba"
Sus amigos lo observaban en silencio y se alegraban de volver a ver a su antiguo yo, para todos ellos fue muy difícil lidiar con el cambio radical que dio Pin.
Más de una vez estuvieron a punto de darle una paliza por su actitud de falso rey pero siempre recordaban que aquel cretino, imbécil y estúpido chico era su amigo.
"Si no te quisieramos tanto"
Les escucho decir más de una vez pero siempre los ignoro, la verdad había momentos donde Pin queria alejarse de ellos para no causarles problemas pero nunca lo permitieron.
"Ahora que al fin has vuelto llego el momento de cobrarte todo"
Cuando la clase termino el caballero blanco estaba por salir pero sus amigos se lo impidieron.
- ¿A dónde crees que vas?
- Chicos dejen de molestarme, tengo mucha prisa - se quejó pero sus amigos se acercaron a él y bloqueron el paso.
- Creo que Saint deberá esperar.
- Si no se alejan me abriré paso a golpes - dijo con enojo.
Entonces el celular de Plan sono y él leyo el mensaje.
- ¡Oh mierda! - exclamó en voz alta y todos se asustaron al ver su reacción.
- ¿Qué sucede?
- Tommy tuvo una sobredosis sus compañeron lo encontraron en el baño y pidieron una ambulancia. Dicen que no respiraba cuando lo encontraron - el corazón de Pin estuvo a punto de saltar de su pecho.
El sentimiento de culpa golpeo su alma y los recuerdos de todo lo que había pasado entre ellos lo condenaron.
- ¡Todo es culpa mía!
- ¡No, esto es culpa de él por hacerse daño! - afirmó Plan molesto.
- Debo verlo, necesito saber que esta bien.
- Iremos contigo - Pin lo negó.
- ¡No, no quiero causarles más problemas! ¡Esta es mi responsabilidad!
