👑 Ambiguedad 👑

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El paisaje era muy hermoso pero lo que realmente llenaba de vida el corazón del rey no era este hermoso regalo, si no los fuertes brazos que envolvian su cuerpo. Sentirse amado era una sensación maravillosa pero que hace mucho tiempo no experimentaba, aunque era cierto que cada vez que celebraba su cumpleaños recibia miles de obsequios y siempre tenia las mejores celebraciones nada de eso podia compararse con lo que más deseaba en el mundo, y eso era que alguien lo abrazara y le dijera lo feliz que era solo porque él había nacido.

Hoy su deseo parecia cumplirse porque Pin que seguia abrazado a su cuerpo mientras le dedicaba las palabras más bellas que alguna vez  escucho en su vida.

- Estoy tan agradecido con la vida por permitirme conocerte y porque hayamos nacido en la misma época, le agradesco al destino porque hoy estás entre mis brazos. Bendito sea este día porque un día como hoy naciste mi amor - dijo y sus dulces y sinceras palabras golpearon con ternura el corazón del rey

Él cerro los ojos e intento guardar esas palabras en el fondo de su corazón para recurrir a ellas y que se convertieran en su salvavidas en los días oscuros.

El inmenso amor que el caballero blanco le ofrecia era la cálida sinfonía que llenaba de hermosos sonidos su triste silencio, más que un caballero Saint sentia que Pin era un ladrón, porque desde que lo vio había robado todo de él de una forma tan inesperada que hasta ahora no podia descubrir desde cuando se había enamorado de él, pero después de seguir escuchando su dulce respiración en su oído cerro los ojos y respiro la fragante esencia de jazmín que emana de su amante, sorprendido preguntó.

- Pin no me había dado cuenta que siempre hueles a jazmín ¿porqué? - le interrogó curioso mientras seguia intoxicandose con su aroma.

- Bueno lo que pasa es que soy alérgico a la mayoria de los perfumes y cuando cumpli doce años mi madre diseño un perfume natural con el aroma de su flor favorita y lo uso desde siempre. ¡¿Acaso no te agrada mi perfume?! Si no recuerdo mal nunca te has quejado de mi olor - le preguntó coqueto y besando sus mejillas lo giro hasta estar frente a frente y froto su nariz con la suya.

Entonces Saint acarició su rostro  y dulcemente agregó.

- Me gusta todo de ti - afirmó decidido y la intensidad de su mirada hizo que Pin sonriera porque Saint pocas veces demostraba sus sentimientos y al parecer hoy estaba de suerte.

Sintiendo su corazón vibrar muy fuerte fundió su boca en un sensual y dulce beso con su amado.

El viento soplaba fuerte agitando sus cabellos y sus cuepos se mantenian unidos como dos hermosos árboles que se entrelazaban formando uno solo.

El aire que se escapaba de sus cuerpos los obligo a separarse pero el caballero blanco moría por enterrarse en el cuerpo del rey pero hizo una cuenta regresiva en su mente y respiro profundo, no arruinaria este momento con su amado.

Aún así se preguntaba desde cuando se había vuelto adicto a este hombre, sonrió al pensar que era parte del encanto de Saint, del que nadie podia resistirse.

Le ofreció champaña rosa y comieron unas rebanas de pay de chocolate blanco y fresas pero la mirada de Saint era muy divertida y eso hizo que Pin se sintiera atrapado.

- Deja de mirarme así y pregunta de una vez lo que quieras - añadió Pin avergonzado pero en ningún momento su hermosa sonrisa desaparecio.

- ¿Queria saber porqué champaña rosa? ¿Acaso paresco una chica? - preguntó en un tono burlón y deslizo sus manos en la cadera del caballero blanco para abrazarse más a él.

- La verdad es que hoy no tuve tiempo de pasar por lo que había encargado para nosotros y mi amigo James fue a recoger mi encargo pero al parecer confundieron los pedidos y nos toco esto, lo siento queria que
fuera perfecto pero lo eche a perder - admtitió apenado.

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