👑 Universidad Sonpin 👑 ✴

👑 Lazos Familiares 👑

Pin se encontraba teniendo una ronda de sexo caliente con Saint y sus corazones estaban tan acelerados que parecían que habían corrido una maratón de varias horas, a la hora de amarse ninguno tenia un límite por eso a pesar de que el día había sido agitado para ambos se encontraban en su cuarta ronda de sexo.

Pin no dejaba de penetrarlo con fuerza, amaba sentir como la húmeda entrada de Saint incineraba su miembro.

Sus bocas danzaban al ritmo de un lenguaje prohibido y sus manos navegaban libres acariciando cada parte de su cuerpo.

Gemian alto, sin verguenza y cada movimiento de sus cuerpos sudorosos no era nada más que una declaración de lo mucho que se querian.

Ambos estaban completamente enamorado del otro y por eso cada caricia no era más que una sublime confirmación de que sus corazones solo se volvian llamaradas de fuego puro cuando estaban juntos.

El orgasmo resbalaba por sus cuerpos devorando sus almas y consumiendo todas sus energías era un doloroso y divino éxtasis que embriagaba cada uno de sus sentidos.

Sus ojos jamás perdian de vista la reacción de su compañero, amaban reflejarse en la mirada del otro mientras la lujuria y el deseo golpeaba cada fibra de su ser, era un afrodisíaco para sus ojos ver como el otro se veia frágil y tan pleno cuando se encontraba perdido en el placer.

- Te amo dijeron al unísono - jadearon con fuerza y se dieron un apasionado beso con lengua cuando llegaron al final del clímax.

El caballero blanco se abrazo al rey y continuo observando su rostro, aún seguia en su interior y aunque estaba cansado amaba la sensación de sentir que eran uno solo, era una costumbre que había empezado a desarrollar y cada vez se volvia más dominante.

- Eres tan hermoso, me tienes loco de amor, cada segundo a tu lado solo incrementa mi deseo por ti ¿Dime que me has hecho? porque no hay nada en mi mente que no seas tú - le profesaba su amor mientras sus caderas se movian lentas.

- Pin hazme el amor de nuevo - ordenó y con fuerza clavo sus manos en las nalgas de su novio animándolo para que se moviera de nuevo.

Sentir esas manos estrujando su piel lo calento tanto que su miembro se endurecio y sintio como su deseo por él renacia entonces volvió a moverse en su interior una y otra vez.

El rey mordia su cuello dejando marcas de succiones muy profundas, Pin sabía que aquellas marcas serian muy pronunciadas pero secretamente amaba tenerlas en su cuerpo.

Era tonto, pero sentia que llevarlas era decirle al mundo que el rey era su dueño y a veces cuando estaba solo en los vestidores se miraba en el espejo y al ver las marcas no podia evitar sonreír.

- ¡Ahhh! - gimió Pin cuando Saint pellizco su pezón y mordió su boca.

Tenia su labio inferior torturándolo entre sus dientes con suavidad pero al mismo tiempo con una fiereza que mandaba pequeñas corrientes a su cuerpo.

Ambos volvieron a llegar al clímax y seguian sin romper el contacto visual y sus bocas no dejan de jadear el nombre del contrario pero el rey aún deseaba más.

- Eres mío - murmuró y Pin comprendio lo que queria.

Con cuidado se levanto y se acosto boca abajo encima de una almohada dejando su cuerpo al descubierto.

Sait se acerco a contemplarlo y se deleito con aquella perfecta
visión.

Pin sentia que la piel le ardía, no por las caricias que había recibido si no por las miradas de fuego que emanaban del rey.

- ¿Solo vas a mirarme?- preguntó con timidez.

- Tranquilo no seas tan ansioso - contesto y con suavidad beso su nuca enviando pequeños temblores a su cuerpo. Eres muy sexi - confesó mientras mordía su espalda. Desde que te vi no pude resistirme a ti, me sentia muy excitado con solo verte.