Capítulo 6

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DARIEN abrió el Café Romeo a las seis de la mañana, le dijo a los camareros que iba a controlar el negocio hasta que volviera su tía y después se encerró en la oficina y se quedó dormido.

A las siete de la mañana, llamaron a la puerta.

-¿Chiba, estás ahí?

Darien levantó la cabeza del escritorio.

-Baja la voz. Hay gente durmiendo.

La puerta se abrió y Andrew Furuhata, un policía rubio, entró en la oficina.

-¿Qué harías anoche?

Andrew y él se hicieron amigos unos años antes, mientras investigaban, cada uno por su cuenta, el incendio de una casa que estaba asegurada por la empresa de Darien. Se hicieron amigos de inmediato porque compartían la afición por los coches, el béisbol y las mujeres guapas.

-¿Qué haces aquí tan temprano?

-Algunos trabajamos... incluso los domingos. ¿Y tú?

Andrew llevaba en la mano una taza de café.

-Nada como un cafecito y un par de galletas de chocolate para empezar bien el día.

-¿Y los donuts?

-Ése es un estereotipo de la televisión -sonrió Andrew, sentándose frente al escritorio-. Los policías tenemos clase. Más que los investigadores de seguros.

-¿No deberías estar por ahí, vigilando a algún criminal?

-Vaya, nos hemos levantando de mal humor, ¿eh?

-Anoche no dormí nada.

Andrew sonrió.

-Ya, claro. ¿Cuándo no pasas la noche del sábado con alguna chica guapa?

En realidad, mucho más tiempo del que su amigo creía. Ése era el problema, se dijo Darien. Por eso se sentía atraído por Serena. La abstinencia no iba con él.

Aunque, técnicamente, había tenido una chica guapa en la cama. Pero sólo diez minutos.

-¿Qué tal Makoto?

-Preciosa. Y embarazada de seis semanas - contestó Andrew.

Darien parpadeó, sorprendido. Uno de sus mejores amigos había pasado de ser un soltero de oro a ser marido y futuro padre.

-¡Enhorabuena!

-Gracias. La verdad es que me da un poco de miedo. Pero eso me pasa desde que conocí a Makoto, así que ya estoy acostumbrado.

-Hablando de mujeres que dan miedo... ¿conoces a Serena Lovett?

-¿Serena Lovett?

-Es la ahijada de mi tía Luna. Trabaja aquí, en el café.

-¿La rubia? ¿baja, guapa, maciza?

-Esa misma.

Andrew asintió con la cabeza.

-Está buena.

Inexplicablemente, Darien se sintió orgulloso.

-Pues tiene problemas con una mujer que se llama Petzite Nemesis.

-No es la única que tiene problemas -Suspiró Andrew-. Me han dicho que últimamente te ha dado por el allanamiento de morada.

Él parpadeó, sorprendido.

-¿Petzite ha llamado a la policía?

-Anoche fue a la comisaría. Parecía muy disgustada.

-Pues no es la única.

EL ULTIMO SOLTERO (Café Romeo Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora