Wydenbourn (MADNESS#1) ✔ (Disponible en físico)

Capítulo 4

Si había algo que caracterizaba a Alice, aparte de su carisma y dulzura, era su familia poco convencional, era grande y todos hombres excepto ella. La familia Cooper se caracterizaba porque sus dos progenitores eran extranjeros, uno de España y el otro de Argentina, al mudarse a Inglaterra cambiaron su apellido a Cooper y adoptaron niños de los países o ciudades que más llamaban su atención.

El mayor se llamaba Hyun, tenía veinticinco años y era de Corea, trabajaba en el hospital de la ciudad, era pálido y sus ojos rasgados eran negros al igual que su cabello. Luego estaba Liam, tenía veinte años y era de Nueva Zelanda, estudiaba abogacía en la universidad de la ciudad, su tez era más morena que la de su hermano mayor, su pelo era castaño claro y sus ojos eran una mezcla entre color miel y verdes. Después iba Alice de la que ya he hablado anteriormente, ella era estadounidense. Continuaba Alexey, tenía trece años y era portugués, tanto sus ojos como su cabello eran de un marrón oscuro. Y, por último, pero no menos importante, estaba el pequeño Freddie de tan solo cinco años de edad, era de Tanzania como el cantante, su piel era más oscura que la de sus hermanos, y su pelo al igual que sus ojos eran de color azabache.

Eran una bonita familia multicultural, pero como en todas las familias había problemas, pero no, no me refiero a discusiones familiares como suele ser lo normal. Los secretos que esta familia escondía no eran de los comunes, sobre todo uno de sus miembros, que ya os contaré más adelante.

Recuerdo que Alice siempre venía a mi casa a que mi madre le aconsejara sobre "problemas femeninos" y eso hacía que mi madre la apreciara mucho más, como si tuviera dos hijas. Sinceramente agradecía profundamente que la rubia distrajera a mi madre para que la ausencia de Kai no le afectara tanto, ya que, bueno nunca superó su muerte.

Otra familia que ocultaba secretos bastante turbios, eran los Smith, la familia de Aiden y Sabella. Pero que os puedo contar, todos ocultaban secretos que nadie se esperaba y que la "Sombra" se encargaría personalmente en ir desvelándolos.

Después de esta pequeña presentación continuemos con la historia.

Me desperté con muy mal humor, y no tenía ganas de ir al instituto, no había dormido demasiado bien, así que hice mi rutina de siempre y me dirigí al edificio donde se concentraban los jóvenes para "aprender". En el camino vi como Alice bajaba del coche de su segundo hermano mayor, Liam siempre fue un chico muy simpático, le apreciaba bastante. Al verme se acercó y me sonrió.

—¿Hoy también te has pasado la noche leyendo? —preguntó divertida, probablemente tenía cara de muerta, ya que me encontraba muy cansada. Mi ceño estaba fruncido y mi mandíbula ligeramente apretada, esa era mi cara de mala uva, bueno para que mentir, lo sigue siendo.

—No, es que últimamente me está pasando algo de lo más extraño, verás... —iba a contarle lo ocurrido, cuando Eric apareció de la nada, interrumpiéndome. No me gustaba hablar de cosas personales cuando, el que era mi cuñado estaba presente.

—Buenos días, mis queridas amigas —dijo el pelirrojo feliz, en cuanto se giró hacia mí, su cara cambio ligeramente a una expresión de burla —. Dios Altea, te ves horrible.

Le saqué el dedo del medio, mientras él se reía a carcajada limpia.

—Y tú te ves más estúpido que de costumbre, pero yo no voy a decírtelo expresamente para burlarme — contesté con seriedad, definitivamente ese día estaba más borde de lo normal.

—Yo también te amo querida cuñada, en fin, ¿os habéis enterado? —dijo mandándome un pequeño beso, yo puse los ojos en blanco, Alice le animó a hablar para poder enterarse de lo nuevo del pueblo.