Wydenbourn (MADNESS#1) ✔ (Disponible en físico)

Capítulo 16

Se quitó la capucha dejando ver un cabello largo, rubio y algo descuidado a la vista, tenía facciones parecidas a las de Ash, pero si no me hubieran dicho que eran hermanos, no los hubiera relacionado en absoluto, su altura también era bastante considerable e imponía respeto y temor, no era alguien con el querías toparte sola en la noche.

—¿Quién eres? —preguntó el hombre muy cerca de mí, yo tuve que dar un paso hacia atrás para mantener una distancia decente.

—Me llamo Regina Falange y venía a hacerte unas preguntas de nada —respondí segura, no era tan tonta como para usar mi nombre real, el volvió a acercarse a mí y yo volví a alejarme.

—¿Qué clase de preguntas, señorita Falange? —murmuró con voz tranquila mientras daba pasos hacia mí, cuando mi espalda toco la fría pared del edificio fue cuando me asusté mucho ya que ya no tenía escapatoria, colocó sus dos fuertes brazos a cada lado de mi cabeza, olía a marihuana y a alcohol, tragué con dificultad, en ese momento me di cuenta de lo pésima idea que había sido ir a buscar a ese tipo.

—Preguntas sobre Kilian Daniels, me he enterado de que fuisteis amigos antes de su fallecimiento —hablé asustada mientras tragaba saliva fuertemente, el chico se acercó más a mi cara, casi podía rozar su nariz.

—¿Por qué te interesa revivir muertos del pasado? —interrogó mientras miraba mis labios como una bestia mira a su presa.

—Es para el periódico —dije intentando sacar cualquier cosa de mi mochila, él lo notó y me la arrebató de las manos arrojándola lejos de mí, estaba aterrada. Por suerte alguien lo apartó de mí con fiereza casi tirándole al suelo.

—¿Qué crees que haces idiota? —preguntó Ash enfadado, yo pude respirar de nuevo mientras corrí hasta mi mochila, James soltó una carcajada.

—Oh vamos, solo intentaba divertirme —rio descaradamente.

—Dios que asco me das, menos mal que no tengo que ver tu fea cara todos los días —rugió con furia el rubio a mi favor.

—Lo que digas querido hermanito, dile a H que quiero 500 mg —exclamó James volviéndose a sentar en la caja de cartón donde estaba antes.

—Díselo tú, yo paso de pagártelo —habló Ash agarrándome del brazo con brusquedad para sacarme de ese repugnante sitio, una vez fuera me ordenó que subiera a su coche, éste era negro y no plateado como el de la última vez. Nadie dijo nada, él estaba muy enfadado, su mandíbula estaba muy tensa y sus nudillos completamente blancos de hacer presión en el volante —. ¿Eres idiota o qué coño te pasa? Te digo que no vayas a buscar a ese capullo y vas de cabeza.

—Lo siento, solo quería... —intenté decir, pero el rubio me interrumpió.

—Buscar problemas, eso es lo que querías, deja el puto tema de Kilian es la última vez que te lo digo. Y la próxima vez que vayas a este antro, créeme que no voy a mover un dedo por ayudarte —gritó con enfado, yo asentí con la cabeza.

—¿Cómo sabías que estaba aquí? —pregunté, estaba segura de que no había sido casualidad.

—Porque sé lo cabezota que eres, además de que con lo que reveló ese psicópata te dio pie para venir aquí, y por favor no hables del tema ya me han dado la tabarra con eso durante todo el maldito día —exclamó intentando calmarse, yo volví a asentir, tenía que descubrir quién era H, pero no podía preguntárselo en ese momento al rubio ya que estaba muy cabreado conmigo.

Cuando llegamos a mi casa en poco tiempo, yo le di las gracias y entré a mi hogar con los pensamientos flotando por toda mi cabeza.

—Hola cielo, ¿qué tal la biblioteca? —preguntó mi madre, como yo era incapaz de mentir les dejé una nota diciendo que iba a estudiar.