Capítulo 15

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Al día siguiente fui al instituto sin apenas desayunar, necesitaba ver a Aiden, así que al llegar me puse a buscarlo como una madre que busca a su hijo perdido entre una multitud. Alice fue la que me interceptó primero.

—¿Has visto a Aiden? No le encuentro por ninguna parte —dijo la rubia con preocupación en el rostro.

—No, llevo un buen rato buscándole, creo que no ha venido —respondí alterada, necesitaba verle y asegurarme de que estaba bien o vivo al menos.

—¿Tú sabías...? —preguntó Alice, sabía a lo que se refería y no sinceramente no me lo imaginé en ningún momento, negué con la cabeza ante la pregunta de la chica.

Aiden se había convertido en la comidilla de los pasillos, todo el mundo nos miraba y cuchicheaba cosas, algunos sí que nos preguntaron y no por saber cómo estaba su salud, si no para chismosear a lo que una servidora contestaba de manera borde.

A la hora de comer, ninguna de las dos comió nada, se sentía muy tranquilo sin el moreno, pero no en el buen sentido. Sabella tampoco había asistido al instituto así que me imaginé lo peor ya que ella nunca faltaba.

Ash y Jonas se acercaron a la mesa donde Alice y yo estábamos sentadas completamente calladas. Intentaron sacarnos algo de conversación ignorando el asunto de los Smith, cosa que agradecimos bastante ya que los demás solo venían a molestarnos. Alice y yo quedamos en ir a su casa para asegurarnos que estaba bien, pero en el momento de la salida impedí a Ash salir tranquilo.

—¿Qué diablos te pasa? —refunfuñó el rubio soltándose de mi agarre con el ceño fruncido.

—¿Qué sabes de Kilian? —fui franca, él me miró por unos segundos y luego apartó la mirada.

—No tengo ni idea de lo que hablas.

—Mientes como el culo, ahora habla. —insistí con seriedad.

—Dijo la chica que habla como un elfo al mentir —respondió burlón, yo le amenacé con la mirada a lo que él soltó un bufido —. ¿Qué sabes tú? Te dije expresamente que no buscaras nada, ¿A parte de ciega eres sorda?

En ese momento salió Alice del instituto buscándome con la mirada.

—Tengo que irme, pero vas a hablar más rápido que un condenado ante la horca, y créeme que no estoy para tus estúpidos juegos, estoy va muy en serio — hablé con toda la seriedad del mundo mientras le apuntaba con mi dedo índice, después fui junto con Alice a casa de Aiden.

Al llegar nos topamos con una casa de dos plantas hecha de piedra antigua, un bonito jardín delantero y el coche de la madre de la familia, llamé a la puerta y con una sonrisa por parte de ambas, la puerta fue abierta siendo recibidas por Linda, la madre del moreno.

Su aspecto era preocupante, ya que tenía unas ojeras bastante notorias y los ojos tan rojos del llanto que parecían pequeñas cerezas, nos permitió el paso y con cierta prisa fuimos a la habitación del chico. Alice fue la que llamó esta vez, y Sabella nos abrió con la misma cara que la de su madre.

—Hola, chicas me alegró mucho de que estéis aquí por mi hermano —agradeció la pequeña chica cerrando la puerta detrás de ella, estábamos en el pasillo de la planta de arriba ansiosas de entrar y verle—. Ahora os dejo pasar, pero por favor tenéis que hablar bajito y no os asustéis demasiado, no ahora que hemos conseguido calmarlo.

Alice y yo intercambiamos una mirada de preocupación extrema, asentimos aceptando las condiciones que Sabella nos pidió, así que ella abrió la puerta y comprobamos que nuestro mejor amigo, nuestro alegre chico había recibido una brutal paliza, estaba boca abajo sin camiseta, con la cabeza mirando hacia nuestro lado, pero sus ojos estaban cerrados. Su espalda estaba completamente morada y con varias rajas en ella, parecía que le habían azotado, su ojo izquierdo también estaba amoratado al igual que su pómulo y su labio inferior estaba partido en tres.

Wydenbourn (MADNESS#1) ✔  (Disponible en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora