Capítulo VIII: Así que voy con ustedes

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La Torre de los Vengadores

Robert, Evans y Scott llegaron frente a la Torre de los Vengadores.

—...Parece que todo está libre.— dijo Evans, mirando hacia arriba. No había señales de Chitauri o un portal.

—Déjame asegurarme, Cap. — dijo Robert.

Luego dio un pequeño golpe en su pecho a el reactor Arc y pronto se cubrió con la armadura de Iron Man–posiblemente Mark 50 o una de las últimas versiones del traje– Robert esperaba que Tony desarrollara el Mark 85, el traje oficial de Iron Man que se usaría pronto en Endgame, ya que tenía más blasters y era mucho más ligero que el Mark 50. No quería que ocurriera la batalla final, pero su instinto le decía que algo iba a salir muy mal. Acelerar todo cinco años tiene que tener consecuencias graves. La vida no puede ser tan fácil.

—Eso es genial. — dijo Evans, mirando a Robert cubierto con el traje. —...Esto es real, ¿verdad?

—Tan real como siempre será. — dijo Robert. Lentamente voló hacia la Torre, y vio a seis Vengadores apuntando a Loki. No podía creer que en realidad estaba volando... realmente era Iron Man. Miró hacia abajo. Debe estar a varios cientos de metros de altura, ni siquiera podía ver a Evans y Scott. Esto supuso un gran cambio con respecto a las pantallas verdes y los cables a sus espaldas.

—¿Robert? ¿Estás bien?— preguntó Evans a través del intercomunicador.

—Sí, estoy bien, Cap. — dijo Robert. —Disfrutando de la vista aquí arriba. Hay que darnos prisa. Tienen a Loki y el cetro. El equipo STRIKE llegará en cualquier momento.

—Entrando ahora. — dijo Evans, corriendo hacia la puerta. Scott se encogió y aterrizó en el hombro de Evans.

Entraron en el vestíbulo, donde algunos de los agentes de SHIELD le echaron un vistazo a Evans, Steve.

—Capitán, — llamó uno de ellos. Evans se dio la vuelta, mostrándose normal. —pensé que estaba ahí arriba con los otros Vengadores.

—Oh, estaba... llegando tarde. — dijo Evans, sonriendo. —Voy a coordinar la búsqueda y el rescate.

El agente asintió. Evans subió rápidamente al ascensor antes de que alguno de ellos hiciera más preguntas o sospechara algo.

—¿"Llegando tarde"? ¿En serio? ¡¿Esa es la mejor excusa que se te ocurre?! — Scott dijo desde el hombro de Evans.

—¿Qué otra excusa podría haber dicho? Parecía que me creían, eso es todo lo que importa. — dijo Evans, apretando el botón de un piso. 

El ascensor empezó a subir, y después de un minuto o dos, se detuvo en el piso 25.

—No hay nadie aquí, — Scott lo señaló. —¿Por qué nos detuvimos aquí?

—Ya verás. — dijo Evans, sonriendo.

Ahora todo lo que tenía que hacer era esperar.

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Loki se vio a sí mismo siendo atrapado por los Vengadores desde la distancia. Nunca pensó que volvería aquí, al 2012, a este momento, pero aquí estaba, intentando recoger las gemas del Infinito. Después de su "muerte" en esa nave de refugiados asgardiano, apenas pudo escapar de la explosión causada por la gema del Poder. Tuvo que irse sin ver a Thor, si salió con vida o no. Si no fuera por aumentar su ilusión, Loki habría muerto a manos de Thanos. Loki se estremeció. Todavía podía sentir los escalofríos en su columna vertebral cuando Thanos le rompió el cuello a su ilusión. Eso es algo que nunca quisiera experimentar.

𝐄𝐧 𝐞𝐥  𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐔𝐂𝐌| [Libro 1] «Cuando dos mundos chocan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora