El Alfa HyunJin aún no se ha casado, para ser Rey necesita desposar a una Omega, pero a él no le interesa nadie del pueblo, hasta que una mañana llega su padre y le dice que ya ha sido comprometido con el principe Omega del reino vecino, lo que lo v...
-¡Padre no puedes hacer esto!- Recrimine mientras seguía al hombre hasta su despacho.
-Ya lo hice HyunJin, te niegas a desposar a alguien del pueblo, pues te he conseguido un príncipe- Su fuerte voz se escuchó por cada rincon del despacho cuando abrió la puerta.
-¡Padre!-.
-HyunJin, basta, además el niño es muy bonito- bufe ante eso- Y si hacemos que se casen, los reinos podrían juntarse y ser una gran nación, podría ayudar mucho a la economía del pueblo- Mientras hablaba revisaba unos papeles en su escritorio sentado en su gran silla negra.
-Eres tan injusto, te juro que esto no va a suceder ni en tus mejores sueños- amenace.
-¿No quieres ser Rey y cuidar del pueblo?- me dejó callado- ¿Acaso no aprecias a tu gente? ¿A tus padres? ¿Tus hermanos menores?-.
-Solo... No quiero hacerlo padre, ¿No puedo tomar el mando sin casarme?- Él negó.
-Lo lamento HyunJin, son leyes, a mi también me comprometieron con tu otro papá- Por fin dejó sus hojas y me miró.
-No es lo mismo, ustedes resultaron ser destinados- Murmure con los brazos cruzados.
-Eso fue una muy buena coincidencia, a lo mejor te pase lo mismo con este niño- rodé los ojos frustrado.
-No voy a casarme padre- dije enojado saliendo de su despacho y yendo con fuertes pasos hacia el jardín trasero bajando las escaleras.
Caminé hasta el laberinto donde los arbustos eran mas altos que yo y no me daba vista hacia donde iba, aunque yo ya lo conocía como la palma de mi mano, y fui al centro donde había un hermoso Gazebo rústico.
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Solía venir aquí a pensar o solo a leer algún libro para distraerme.
Me senté en uno de los sillones que había dentro y recogí el libro que había estado leyendo ultimamente de la mesita ratona.
Después de varios minitos sentí que alguien se sentaba a mi lado, no fue necesario voltear para saber de quien se trataba.
-Habla ya- demande.
-Hyung... Debes dejar de pelear con papá, él solo quiere lo mejor para nosotros, y siempre que te enojas o algo te angustia vienes a este lugar- su dulce voz llegó a mis oídos.
-JiMin, él me ha comprometido sin mi permiso con un Omega del reino vecino- lo miré a los ojos.
-Tal vez no sea tan malo, hermano- esta vez la voz de MinHo llegó a mis oídos junto con su olor a Alfa.
-Dijeron que ese principe realmente es hermoso, hasta se atrevieron a decir que era mas tierno que yo- JiMin inflo sus mejillas indignado mientras cruzaba sus bracitos y fruncia el ceño.
