Gritos ahogados

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Me cansé de llorar, me quedé dormida, un grito me despertó y eso hizo que mi pulso acelerara.

Me quedé en silencio, mi ropa ya era diferente, digamos que era un poco más cálida de la anterior.

Comencé a caminar por la casa, investigando un poco, mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y comencé a pasear por el lugar. Le di la vuelta y encontré las escaleras.

Todo el lugar era increíblemente tétrico, escuché un ruido en la parte de arriba, era la estática de un televisor. Comencé a subir poco a poco con mi piel erizada por completo.

Había varios cuartos pero el más grande era en donde salía ese ruido.

* LaS CoSaS dEl PAsAdO
AlGunas VeCEs puEdEn
ayUDar *

Escuché mientras me acercaba, la niña me habló y se quedó en el inicio de las escaleras, no entendí lo que dijo pero entré al cuarto.

Vi el televisor y lo apagué, una chica se levantó de una silla y comenzó a caminar lentamente a otro apartado.

Volteé exaltada y mi cuerpo comenzó a moverse sólo, otros gritos ahogados llamaron mi atención pero mi cabeza no volteó por más que quería hacerlo, solo seguí caminando hacia el cuarto con la misma lentitud que la chica.

Mi vista se volvió borrosa pero continúe, al poner un pie en el piso de aquél apartado la madera de la casa se rompió y caí en una bruma negra, se movía como agua, lo que me asustó más. Me hizo recordar mis 6 años, casi me ahogaba. La sensación era la misma.

Sentía que me hundía, la niña me miró desde arriba, fijamente, sin hacer nada.

* A-Ayudame *

Quise gritar pero no pude, le quise hablar con fuerza pero mi voz se debilitaba.

Sentía que la bruma me absorbía, unos brazos largos y pequeños comenzaron a tomarme y abrazarme mientras me hundía más. Los gritos comenzaron a entrar a mis oídos, invadiendo mi cabeza.

Extendí mi mano, pidiendo que me ayudara, que me sacara de ahí pero ella sólo se quedó mirando. Cuando me hundí por completo vi que la bruma tomaba la forma de brazos y caras de niños sin ojos, completamente pálidos y serios, se acercaban a mi.

Sentí claramente como se metían a mis oídos, mi naríz, mi boca, incluso mis ojos y mi estómago. Me sentí saturada y desgarrada por dentro.

Sentía que me desvanecía hasta que sentí que me desmayé y diré que había muerto, ya que vi mi cuerpo hundirse.

¿Qué es lo que pasa conmigo?

Sin despedirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora