Sin despedir

El final

Me levanté y comencé a caminar al lado de la niña, su forma era la de una niña linda y normal.

*Ya no aparecerá nada que
me asuste ¿Verdad?*

*No, ya no*

*Que alivio, a y por cierto
¿Por qué dijiste que cuando
despertara no me iba
a gustar?*

*Porque es la verdad*

Me quedé en silencio un rato, no entendía, si lo que más deseaba ahora era despertar, la puerta de salida se veía más cerca.

*Ponme atención, porque
lo que te voy a decir es
verdad*

Volvió a hablar, le hice caso, ya no me importaba tanto en el fondo.

*Te escucho*

Lo pensó un rato más y me miró preocupada.

*Mikasa, esto nunca
fue un sueño*

Me detuve en seco por alguna razón.

*Ni tampoco tus
sueños de niña*

La miré fijamente, debía ser otra estúpida cosa de miedo.

*Esto fue real, pero en tu subconsciente; tu estás...muerta*

Un suspiro pesado salió de mi boca y me recargué en una de las paredes.

*No es cierto*

*Te dije que lo que te diría
sería verdad*

Tenía los ojos como platos, eso no podía ser....yo...Eren...

*Los empujones que sentías
eran los reanimadores
tratando de mantenerte con
vida*

*Pero...*

No daba crédito, comencé a llorar.

*La vez que te fuiste a dormir
te dió un paro cardiaco, no
reaccionaste y caíste en coma*

No podía ser....mi vida...perdí mi vida, mi familia..mis amigos. Mi llanto no encontraba final.

*¿Recuerdas a tu
amiga imaginaria?*

Me preguntó de la nada, yo asentí a tales recuerdos borrosos.

*Pues esa niña soy yo*

Ya era demasiado, no dejaba de llorar.

La niña o mejor dicho...Ymir tomó mis manos y me hizo seguir caminando hasta la puerta, al estar frente a ella me deje caer, cayendo de rodillas.  Ymir me abrazó.

*Tranquila, todo estará
mejor ahora*

Correspondí su abrazo.

*Abre la puerta*

Me soltó y me levanté, tomé la manija y la abrí, ella desapareció y entré a mi recámara con los ojos llorosos, habían varias cajas y mi cama estaba tendida.