Secuestrada Seduceme Vondy III

Capitulo 41

Poncho entró a la fiesta. Las mujeres del lugar lo
voltearon a mirar. ¿Otro stripper? Vaya, y ese
estaba mejor que los anteriores. Buen físico. Buen
trasero. Bonitos ojos. Fantástico. Annie lo tomo
de las manos antes de que las demás pudieran
apoderarse de él tan solo con la mirada.

ANNIE: Por fin... -le rodeó la espalda con sus brazos.
Desesperada. Agobiada. Tenía muchísimo miedo.
Y él podía sentirlo solo con el latido de su corazón-

PONCHO: ¿Qué ha pasado? -le preguntó él. Hace
varios minutos lo había llamado desesperada pero
no le había explicado específicamente que era lo
que sucedía- he tenido que pelearme con los de
seguridad para poder entrar...

ANNIE: Es Dulce -le contestó. Sus ojos se envolvieron
en lágrimas. Sentía que todo esto era su culpa, por
a ver desaparecido unos segundos y a verla perdido
de vista- ¡no está!

PONCHO: ¿Qué?

ANNIE: Me fui solo unos minutos a saludar a Stef y…
y cuando volvía ella no estaba…

PONCHO: No, no… -cerró los ojos. Puso las manos
sobre su frente y lo primero que pensó fue en su
mejor amigo. Le había contado que había discutido
con Dulce ayer por la noche por a ver salido con él.
¿Era posible que Dulce quisiera hacerle lo mismo?

ANNIE: Tienes que ayudarme... -murmuró ella. Sus
ojos estarían a punto de votar las primeras lágrimas-

PONCHO: Ok, ya... no llores, no llores por favor...
-le pidió él. La abrazó de la cintura y la apegó contra
su cuerpo, besándole la frente-

ANNIE: Esto lo tiene que saber James…

PONCHO: No, no... él es capaz de venir a armar un
escándalo por esto -cerró los ojos, pensativo. Debía
hallar una solución a todo esto- la buscaremos aquí
primero ¿ok? Este lugar es muy grande, tal vez ni
siquiera se haya ido.

Annie asintió, aún pegada a su pecho.

Divididos, ella buscó entre la primera base del pub.
Aunque ya había buscado, debido a las luces, tal vez
no la había visto. Y él, se dedicó a buscar en la segunda
base. Maldición, cuanta gente. Cuantas mujeres.
¿Esto estaba permitido? Mujeres juntas y hombres
semidesnudos bailando en cada esquina, hablaría con
Annie sobre esto… Dulce, Dulce ¿Dónde te has metido?
¿Dónde?... buscó en el bar, en cada rincón, en cada
centímetro de aquella segunda base del pub, hasta entrar
al baño de hombres…

Lo siguiente que vio fue a dos hombres, de casi la misma
altura, juguetear con la ropa de Dulce, que se encontraba
adormilada sobre los lavadores. Ambos reían. Pero en realidad,
no tenían idea de cuanta suerte tenían, pues Chris no había
sido el que los había encontrado.

PONCHO: Está buena, ¿eh? -apareció detrás de los dos,
sonriéndoles para que estos entraran en confianza con él.
Uno de ellos, era Max-

HOMBRE: Aún no lo sabemos -contestó el otro, se relamió
los labios- pero parece que sí.

MAX: Lo está, tenías que ver como se movía haya afuera.
-dijo- daban ganas de fo.llarla ahí mismo… -pasó sus dedos
por los labios de Dulce, sin que ella pudiera sentirlo-

PONCHO: Genial -asintió, apretando los labios. Max se
volteó a mirarlo-

MAX: No vas a decir nada sobre esto... ¿cierto? -soltó una
risa contagiosa, pero a Poncho esto no le daba una pisca de
gracia- es cosa de hombres y ya.

PONCHO: No voy a decir nada, ¿por quién me tomas? -alzó
los hombros. Y esperó un par de segundos más para que los
dos hombres se encontraran embobados de nuevo con el
cuerpo de Dul. Una vez distraídos, empujó al que tenía más
cerca, al amigo de Max. Cayó al suelo. Max se puso alerta,
volteó a mirar a Poncho, para entonces este había molido su
boca ensangrentándola completamente. Una patada de las
más dolorosas, que cayó exactamente en los hu.evos del
hombre que estaba en el suelo. Y otro golpe, que caería
exactamente en la mandíbula de Max- no diré nada, tranquilo.
-les dijo. Tomo a Dulce, aún adormecida, de la cintura,
apoderándose de ella. Max cerró los ojos con fuerza, intentó
recobrar el sentido. Pero de pronto, uh.. un golpe más. Max
cayó al suelo, al igual que su amigo. Y otra patada. Un gemido.
Una más. Y otra y otra- esta va por Chris -una patada más.
Colocó sus manos bajo las piernas de Dul, cargándola- y esta…
-pateó una vez más entre las piernas de Max. Este gimió con
fuerza- va por a verse metido con la novia de mi mejor amigo.