Secuestrada Seduceme Vondy III

Capitulo 29

Y la música se aligeró.

UCKER: ¿Te puedo hacer una pregunta? -le interrogó él,
Dulce asintió sin dejarlo terminar. Se abrazaron más fuerte. 
“She will be loved” sonó en los amplificadores. La onda 
bajó. Pero ellos seguían más juntos que nunca- ¿qué 
sientes por mi?

DULCE: Todo… -susurró ella- eres… eres lo mejor que me 
ha pasado en la vida… -Chris le acarició la cintura. Todo 
esto le llenaba de alegría. ¿Cuándo él había significado tanto 
para alguien? ¿cuándo?- no te cambiaría por nada.

Se mecieron al compás de la música. Elevándose entre sus 
propios suspiros. La piel de Dulce arropaba la de Chris con 
ternura y ligereza.

UCKER: He pensado en algo…

DULCE: ¿Qué? -le preguntó ella, separándose un poco para
poder observar sus ojos-

UCKER: No lo sé…

DULCE: Dime… -susurró ella, acercándose a su oído. Chris 
sintió una fricción en sus pantalones-

Dulce lo hacía temblar de pies a cabeza y de una y miles de 
maneras.

UCKER: Es que…no lo sé, en serio… -repitió él, haciéndola 
desesperar-

DULCE: ¡Dime! -le pegó suavemente el hombro. Más que un 
golpe, parecía una caricia para él-

UCKER: Bien… era algo que quería decirte desde que volvimos
a vernos…

DULCE: Ajá…

Se detuvo un momento. A pesar de que la música seguía

sonando y corriendo entre las demás personas que adornaban

la playa esa noche. Solo ellos dos se habían detenido.

UCKER: ¿Quieres mudarte conmigo a otra ciudad? -le preguntó

él- me refiero a que… -cerró los ojos con fuerza y los volvió a

abrir llenándose de valor. Se le hacía tan difícil decirle a la chica

que le gustaba, lo que pensaba para los dos- quiero que nos

mudemos, que vivamos en otra ciudad tú y yo solos… sin nadie

más, empezar de cero… quiero… -la miró a los ojos- quiero

demostrarte que puedo ser lo suficiente para ti.

Dulce lo miró enternecida. Tragó saliva e intentó que aquel

regocijo se le pasara. Pero no pudo. El nudo pasó de su estómago

a su garganta, llenándole los ojos de lágrimas.

DULCE: Chris, yo…

UCKER: No, no… déjame hablar -le pidió él- es la primera vez que 
quiero hacer las cosas bien Dulce... yo… yo no soy perfecto, pero 
por ti… podría serlo y hasta superar esa palabra.

Y convertiría su nombre en la siguiente definición de “perfecto”.

Solo si ella se lo pedía esa noche.

DULCE: No quiero que seas perfecto… -le susurró ella. Lo abrazó

por el cuello, pegando su fino cuerpo al cuerpo masculino de Chris-

quiero… -juntaron sus miradas. En un momento único, donde él

supo que jamás dejaría de quererla- que seas tú -le dio un pequeño

besó en el mentón, dejando a Chris con unas ganas incontenibles-

y sí, sí… por supuesto que quiero irme contigo, lejos, los dos solos...

-Chris la tomó de la cintura, sonrió tímidamente. La quería muchísimo.

¿Por qué? ¿Por qué se había enamorado de ella? ¿Por qué ella se había

fijado en él?- llévame lejos… -era una duda que solo ellos dos podían

contestar- y que nadie nos encuentre nunca.