68. Dar entendimiento.

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Es de más primor que el dar memoria, cuanto es más. Unas veces se ha de acordar y otras advertir. Dejan algunos de hacer las cosas que estuvieran en su punto, porque no se les ofrecen; ayude entonces la advertencia amigable a concebir las conveniencias. Una de las mayores ventajas de la mente es el ofrecérsele lo que importa. Por falta de esto dejan de hacerse muchos aciertos. Dé luz el que la alcanza, y solicítela el que la mendiga: aquel con detención, este con atención; no sea más que dar pie. Es urgente esta sutileza cuando toca en utilidad del que despierta. Conviene mostrar gusto, y pasar a más cuando no bastare; ya se tiene el No, váyase en busca del Sí con destreza, que las más veces no seconsigue porque no se intenta.

El oráculo manualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora