"Porque vives en mí,
junto a mí,
en mi interior,
en este corazón confundido,
por eso te pido por favor...
Enséñame."—G.
02/Septiembre/2005
Aquella tarde, aún con las nubes que avisaban del diluvio cercano, el calor era notable en aquel patio del asilo, donde los señores mayores jugaban a cartas, bingo, otros hacían ejercicio, unos sólo leían, pero la gran mayoría yacía dentro del lugar viendo programas de concursos de juega y gana. Siempre que Gustabo y Horacio iban a ver a John hacían lo mismo, bastante aburrido según Gustabo, aunque probablemente muy tranquilo y llevadero para los mayores.
— ¿Y si juntos rentamos un pequeño departamento en Venecia? —cuestiona Gustabo — Llendo en una góndola, por el Gran Canal, de la iglesia de los Scalzi, pasando por el Palacio Grassi y terminando en el Palacio Delfín Manin.
—No sé que lugares sean esos, yo sólo conozco está ciudad. — contesta mientras hace estiramiento de brazos. — Como sea, te voy a repetir que yo estoy bien aquí.
Cada que Gustabo y Horacio iban al asilo, pasado un tiempo de conversación le proponían una idea para sacarlo de ahí, el hombre estaba bastante agusto en ese lugar, así que aunque los niños insistieran, siempre se negaba. Por esto los niños cada vez proponían cosas más aleatorias y difíciles de llevar acabo, sólo molestando al mayor.
— Joder, yo sólo proponía. —ríe.
—Ya como siempre proponiendo. Para la próxima me van a ofrecer Japón, es que ya me lo veo venir. —ríe leve sin dejar de moverse.
— Puede ser eh, aún estamos pensando sí Japón, Corea del Norte o del Sur. ¿Cuál te gusta más? — su tono divertido hace que el señor sonría. — Mira que hasta escoger te dejo. —mira su celular dándose cuenta que son las 2:20 PM — Ya en nada sale Horacio de su jornada, me voy John.
— Pero sale al cuarto para las tres ¿No? — dice deteniendo su ejercicio para mirar el reloj que abraza su muñeca.
—Sí, pero, bueno...
Cómo explicaba que había citado a la pandilla entera, porque se había enterado, gracias a los sms de Horacio, que Germán iba a pasar por el pelinegro para llevarle a comer. "¿Porqué acepto? ¿Porqué últimamente esta tan abierto a Germán? Como si fuera a darle una oportunidad, es que no lo entiendo, no puede gustarle ese idiota, no puede, no debería. Coño." Pensó al leer los mensajes.
Sin saber qué hacer había decidido que arruinar aquel encuentro de dos, haciéndolo de cinco, era la mejor idea. Y quería llegar puntual para ver la reacción de disgusto de Germán al ver que estaban todos, sí, molestar a Germán ya era una satisfacción y una reto personal. Porque aparte, el pelirrojo le gustaba retarle, lo notaba, últimamente era como si quiera demostrar su poder, su mandato, su sabiduría que según le daba la edad.
— No será porque sabes que se verá con Germán ¿Verdad?
— ¿Qué? Claro que no ¿Se van a ver? — mentir con el mayor se le daba fatal.
— Gustabo...
— Agh ¿Cómo sabes que se van a ver?
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✧ ɪɴ ᴍʏ ʜᴇᴀᴅ ✧
Fanfiction¿Qué hizo a aquellos chicos salir de su ciudad natal? ¿Qué los hizo tener que huir una segunda vez? ¿Cómo saldrían vivos de los demonios de aquel rubio? ¿Puede un chico de cresta salvarle con amor, cariño? Gustabo siempre tan frío, fuerte, sabe jug...