✧ ɪɴ ᴍʏ ʜᴇᴀᴅ ✧

¿Ganar-perder?

03/ Septiembre/2005

La noche habían llegado y así la carrera. German se había encargado de meterlos en la misma, de hecho muchos de los corredores y aficionados, se emocionaron de saber que el pelirrojo iba a correr, otros al escuchar el nombre de Gustabo lo reconocieron y se exaltaron, haciendo el bullicio. "Dos grandes van a competir" "Gustabo nunca ha perdido una carrera" "Dicen que Rojo era el mejor de su ciudad" se escuchaba decir a la gente.

Gustabo había conseguido los autos para correr. Un Chevrolet Camaro Z/28 F-Bomb 1969 para él y un Chevrolet Corvette Grand Sport 1965 para Germán. El jefe de taller le había pedido el 50% de la apuesta como siempre y aparte un pago de German. 

Entre platicas chungas, bromas y risas el ambiente era bastante ameno. Aun cuando Gustabo antes de ir al taller estaba nervioso, tenía tiempo sin correr una carrera y jugarsela por el liderazgo se la sudaba completamente, lo que le preocupaba era tener que hacer una cita para Germán y Horacio y lo peor tener que ayudarle a andar con Horacio. Por eso sí o sí debía ganar, aparte que beneficioso el que Germán se alejara de Horacio, así las cosas volvían a como eran antes.

— ¡Espectacular! 

— ¡Golazo! 

Musitan los menores de la pandilla al llegar al lugar, que estaba lleno de gente, con varios autos exhibidos, música de todo tipo sonando desde los autos, en su mayoría música latina y rap. Una vez Andy se estaciona cerca de los autos que les habían prestado bajan de este. Gustabo se acerca hacia los dos chicos que les trajeron los autos, eran antiguos compañeros del taller.

— Al fin una carrera, ya hacía falta Gustabín. — dice uno de los colegas.

— Todo mi dinero lo voy a apostar por ti. —ríe otro de los chicos.

— Calmados, que llevo tiempo sin hacer esto. — ríe.

— Yo también apostaré por ti Gustabo. — comenta el pelinegro acercándose.

— Gracias por la confianza Horacio. — dice Germán a espaldas del ojiazul y del pelinegro.

— Lo siento German, pero es que sé como corre Gustabo, él es buenísimo.

Gustabo mira a Horacio, conectando miradas, el mayor puede sentir la confianza que el menor le tenía, esto hace que se tranquilice y empiece a confiar también.

...

Apoyado con firmeza contra el asiento, la vista al frente, al retrovisor y a los espejos de los lados, sus brazos a la distancia correcta del volante, las manos en posición de las 9 y las 3 en el reloj y sus muñecas apoyadas sobre la parte superior del volante para mayor control del mismo, su mano derecha va a la palanca cuando es necesario, las piernas a distancia adecuada de los pedales, presionando sin extender en exceso las piernas, como ocurre con los brazos, las rodillas ligeramente flexionadas.

Los 5 minutos más largos de su vida, recorriendo la zona que había sido designada para la carrera, sudor en su frente, mandíbula tensa, la respiración la mantenía tranquila, para no ponerse nervioso, ya que el Corvette Grand Sport tenía ventaja de sobre él, eran dos metros como mucho, así que alterarse no servía de nada. En carreras pasadas ya había pasado por lo mismo, incluso con más distancia de ventaja el contrario, y siempre resultaba ganador, está vez no debía, ni podía ser diferente.