Basic - Sigrid
l.hemmo:
Estoy completamente seguro de que todo saldrá bien. Estudiaste demasiado para ese examen, es imposible que repruebes.Meg.Meg:
Lo dices para hacerme sentir mejor pero ambos sabemos que eso no es cierto.Meg.Meg:
Pude haber estudiado más si no fuera por ti.l.hemmo:
¿Acaso soy una distracción para ti, Meg? Me complace saber que siempre estoy en tus pensamientos.l.hemmo:
Pero dudo que puedas superarme. Tengo que admitir que no dejo de pensar en ti en ningún segundo.Meg.Meg:
¿Puedes dejar de hablar de esa manera? Comienzo a sonrojarme y lo que menos quiero es que los demás lo noten.Meg.Meg:
Pero es lindo saber eso.l.hemmo:
Solo quiero que sepas el efecto que tienes en mi, Meg.l.hemmo:
Solo es necesario un mensaje tuyo para que mi corazón se acelere de tal forma que comienzo a dudar que sea normal. Me pongo nervioso al pensar que puedo decir algo que hiera tus sentimientos y no vuelvas a hablarme.l.hemmo:
Espero que eso no haya Sido demasiado como para asustarte.Meggan dejó caer su largo cabello para crear una cortina que tapara su estúpida sonrisa de niña enamorada. Volvió a leer el mensaje del chico mientras se mordía el labio inferior. ¿Acaso él era consciente del efecto que tenían sus palabras en ella? Era imposible no sonreír cada vez que le dedicaba bellas palabras que parecían sacadas de poemas. Su mente se desconectaba por completo de su alrededor, literalmente se sentía como si entrara a vórtice que la llevaba lejos de ahí.
Ese chico se estaba ganando cada partícula de su ser.
Luego de leer el mensaje por quinta vez, comenzó a escribir su respuesta pero la fuerte voz del Sr. Bruun la interrumpió.
-¿Podría contestar la pregunta, señorita Allen? Llevo esperándola más de un minuto.
-¿Disculpe? ¿Que? -levantó la mirada. Todos los demás compañeros tenían la vista puesta en ella haciendo que se sonrojara- No escuché la pregunta.
-Por supuesto que no. Ponga atención y será enviada a detención para la próxima -setenció para luego dar vuelta y regresar al pizarrón.
Meggan asintió apenada y bloqueó su celular antes de meterlo a su bolso. No mentía cuando culpaba al chico por su poca atención a sus clases, era difícil concentrarse sabiendo que estaba a un mensaje de distancia. Acomodó nuevamente su cabello detrás de sus orejas, así pudo notar la mirada de su amiga Miranda. Ella solo se hundió en hombros y trato de poner toda su atención en clase.
*
Apiló los libros al interior de su casillero asegurándose de no dejar lo necesario para hacer los deberes. Al fin podría marcharse a casa para descansar de todo el ambiente escolar que consumía todas sus energías.
La puerta del casillero se cerró de repente provocando que diera un brinco hacia atrás.-¡Miranda! -chilló enojada hacia su castaña amiga- ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso?
-Todos los días desde que entramos a la preparatoria pero eso no importa -cruzó uno de sus brazos con el de ella para comenzar a caminar hacia la salida- ¿Quieres decirme con quién hablabas en clase de historia?