Capítulo XLI

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—¿Una semana?—preguntó Lucy mientras tomaba asiento junto a Vero, estaban en la pizzería y colocó una malteada frente a ella y a lalatina. Las dos se sonrieron antes de que Laurenasintiera.

—Una jodida semana ¿Puedes creerlo? —preguntó irritada mientras hacía una mueca, tenía un moretón y varios cortes en su cara.

Ayer el director las había llevado a la dirección, a los tres, y los expulsó durante una semana a ellas, debido a la circunstancias y antecedentes de Austin él estaba de manera indefinida. Al llamar a sus padres habían estado furiosos, pero al explicar entre las dos que fue por defensa propia parecieron calmarse. Incluso los padres de las dos chicas se habían caído bien, muy bien, esta noche Verónica y sus padres iban a una cena en casa de Lauren. A ellas les pareció perfecto ya que así podrían hablar acerca de la cita del viernes. Hoy Lucy había faltado a la escuela con la excusa de estar enferma, era de mañana y allí estaban las tres reunidas, hablando sobre ayer.

—Al menos Austin salió perdiendo también—la latina sonrió y estiró los brazos, llevaba un labio roto, aunque le habían aplicado ungüento.

—Ese chico es un idiota ¿Cómo pudo siquiera hacerles daño? — pregunto Lucy sorbiendo enojada de su malteada, volteó a ver a Verónica yllevó sus dedos a los labios de esta —. ¿Duelemucho?

—No tanto, pero podrías curarlos—dijo pícaramente mientras capturaba su mano y la besaba, Lucy se sonrojó, pero igual entrelazó sus dedos con los de ella.

—Dios, ustedes me dan caries—dijo Lauren un poco abatida, aun recordaba su confesión de ayer.

—Cómo digas rarita ¿Has hablado con Camila? —preguntó aun
con la mano unida a Lucy.

—No—respondió simplemente.

—Lo de ayer no fue la mejor forma de decirle que estabas enamorada de ella, pero al menos el mensaje le llegó claro y directo—dijo Lucy intentado animarla, pero la ojiverde seguía suspirando.

—¿Tú has logrado hablar con ella?—preguntó Lauren a la latina, Verónica pareció dudar un rato si responder o no pero terminó asintiendo —. ¿Te...dijo algo sobre…

—Alto, rarita. Verás, no puedo hablarte sobre ese tema. Camila me mataría, pero debes saber que esta muuy enojada con Austin—dijo mientras bebía de su malteada, tomó un respiro y le guiñó un ojo— .Creo que esta vez esgrave.

—Puede que terminen...—dijo Lucy mirando a su amiga, quería que sonriera.

Pudo lograr algo ya que Lauren levantó la comisura de los labios y dio una débil sonrisa, era mejor que nada.

—¿Te esperabas aquello?—preguntó mirando a Vero, la porrista había quedado entretenida con el cabello de Lucy pero luego volvió a verla.

—¿Qué cosa?¿Qué estuvieras enamorada de mi mejor amiga? Algo así, siempre la mirabas de una forma diferente—ladeó la cabeza, pero terminó sonriendo, Lauren no terminaba a acostumbrase de que la chica que odiaba en primer año la tratara tan bien.

Ahora sólo faltaba Ally o Normani, dentro de poco volarían los cerdos también.

—Te dije que eras muy obvia—le reprochó su mejor amiga, Lauren rodó los ojos.

—No importa, igual tal vez ahora le de asco o algo por el estilo—se desanimó mientras recostaba su cabeza en sus brazos.

Lucy observó con preocupación a su amiga, con su mano libre acarició su cabello y le otorgó una mirada a Vero. La latina negó con la cabeza como diciendo "no puedo hablar de eso", la chica de ojos marrón la miró con reproche, pero al ver la alarmada cara de la chica prefirió no presionar.

—Bueno ¿Qué haremos hoy? Es un día hermoso y aún falta mucho para la cena—intentó cambiar de tema Vero, la chica solo encogió de hombros.

—¿Una película?

—¿Mi casa o la tuya?—preguntó Lucy ahora sonriente.

—La tuya—respondió la ojiverde más animada y para fastidiar a su amiga  agregó—: Pero no se queden toda la tarde besuqueándose, si no las dejo solas.

—Entonces tendrás que ir yendo de una vez a tu casa...¡Au!—dijo la latina mirando con reproche a Lucy, le había dado un golpe en el hombro —. Sólo le aviso de una vez.

—Descuida, vamos a ir a ver la película, Lau—le sonrió a su amiga ignorando a Vero, la ojiverde río.

—Qué bueno que no fuimos expulsadas del baile de invierno— comentó Verónica casualmente, Lauren la miró confundida.

—¿Qué baile?

—El de invierno, es dentro de dos semanas Lauren ¿No recuerdas? — preguntó Lucy, la chica negó.

—Nunca me entero de estas cosas—se encogió de hombros.

—¿Pero vas a ir?—la animadora alzó las cejas de forma sugerente, Lauren ladeó la cabeza.

—No tengo pareja, además nunca fui buena bailando—se encogió de hombros —. ¿Tú ya tienes con quien ir?

Verónica se quedó quieta mientras a su lado Lucy fingía jugar con la pajilla, pero en realidad le daba miradas de reojo tímidamente, logrando que la latina se sonrojara.

—Eh... bueno, en realidad aún no—río un poco nerviosa y con el cuerpo tieso, se volvió hacia Lucy, que de inmediato captó su atención —. Mmm Lu.… ya sé que aún no hemos tenido nuestra primera cita, pero.... Mmmm tu.... Mmm... Quisieras....

Lucy parecía desesperada con la vacilación de Verónica, extendió la mano y capturó la de la latina, acariciándola, para darle ánimos.

—¿Quieres.... quieres ser.... quieres ir al baile de invierno conmigo? — preguntó con las mejillas rojas, soltó un suspiro cuando dijo lo último y Lauren empezó a reír—. No veo lo divertido, rarita.

—Yo sí, ya la has besado muchas veces, pero, te da vergüenza pedirle que se a tu pareja, es gracioso—le contó mientras observaba ahora con más diversión el rostro rojo y enojado de la animadora.

Lucy también lucía un lindo rubor y le sonría con adoración a la chica de ojos miel, se acercó a ella tomando su rostro, para que Vero la mirara a los ojos.

—Claro que quiero ser tu cita. Te amo, Vero—le dijo con los ojos brillantes y Verónica formó una tonta sonrisa en sus labios.

—Yo. yo también te amo—le dijo colocando sus manos sobre las de ella en su rostro, se acercaron y se dieron un dulce y casto beso en los labios.

—Ewwww—se quejó Lauren mientras las dos chicas se separaban, riendo.

Ya no se estaban besando, pero sobre la mesa estaban sus manos entrelazadas, mientras las dos sonreían. El amor era bello, pero claro, no para la ojiverde.

—Descuida, también te puedo dar un beso a ti—dijo la animadora, dándole un guiño, la chica hizo una mueca.

—No, gracias, prefiero a las bajitas—dijo sonriendo, logrando que su mejor amiga empezara a reír.










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